Por cuarto día consecutivo un grupo de presos armados repelió el intento de las autoridades de tomar el control de la cárcel El Rodeo II, ubicada a las afueras de la capital.
Con esporádicos lanzamientos de gases lacrimógenos las fuerzas militares trataron el lunes sin éxito de tomar el edificio de El Rodeo II, mientras desde el interior de la cárcel respondieron la acción con fuego, según constató la AP desde las afueras del penal.
"La situación sigue igual. La arremetida hacia nosotros sigue igual. Nos siguen atacando con bombas lacrimógenas", denunció Rafael Contreras, quien se identificó como recluso de El Rodeo II. Contreras habló con la AP vía telefónica a través de un teléfono móvil de uno de los familiares de los internos que se encontraba a las afueras del penal.
Contreras admitió que "sí estamos armados, pero las usamos para defendernos en momentos como estos".
Afirmó que las autoridades no les han proporcionado alimentos y denunció que varios miles de internos se encuentran actualmente "sin luz, sin agua y sin comida".
"El ministro (de Relaciones Interiores) lo que quiere es que bajemos para tapar la falta que cometió él..., pero nosotros no vamos a bajar porque nos van a masacrar como lo hicieron en El Rodeo I", indicó el recluso.
"Pedimos a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos ayuda porque están usando armas de guerra contra nosotros", agregó.
El recluso informó que como consecuencia de supuestos enfrentamientos armados entre las autoridades y los presos hay "17 fallecidos" de los cuales seis se encuentran "muy descompuestos que están oliendo muy mal" y la cifra de lesionados supera el centenar.
Al ser consultado sobre la información proporcionada por el recluso, el director de comunicaciones del Ministerio de Relaciones Interiores, mayor de la Guardia Nacional Jorge Galindo, dijo a la AP que hasta que no se solvente la situación en El Rodeo II las autoridades no darán una información al respecto.
El ministro de Relaciones Interiores, Tareck El Aissami, indicó a la emisora local Unión Radio que de la toma que se realizó el viernes a la cárcel de El Rodeo I, que es vecina a la del Rodeo II, las autoridades mantienen la cifra de un recluso y dos guardias nacionales muertos y otros 20 militares heridos.
El Aissami negó el lunes las versiones difundidas por medios locales de que en la toma de El Rodeo I y Rodeo II habrían muerto más de una decena de presos y otra veintena habrían resultado heridos y dijo que "quien diga lo contrario a esta cifra (oficial) está mintiendo".
El ministro agregó que informaciones aportadas por siete reos, que lograron salir de La Torre en el Rodeo II, un grupo de reclusos fue atacado por los líderes del penal cuando protestaban por salir para entregarse a la Guardia Nacional.
El ministro afirmó que existen mafias que intentan establecer "gobiernos internos (en las prisiones) para evitar los beneficios a los internos. Como conocedor de esta materia existe una subcultura de medios carcelarios y debemos transformar esa realidad hacia un modelo humanizado".
A las afueras de la cárcel de El Rodeo, que está a unos 50 kilómetros al este de Caracas, se aglomeraron cientos familiares de los reclusos, a la espera de información sobre la situación.
Unos 3.000 guardias nacionales tomaron el viernes bajo un intenso cruce de disparos que se extendió por varias horas, la cárcel de El Rodeo I, donde se encontraban cerca de 3.400 reclusos.
Tras la intervención del centro carcelario las autoridades se incautaron de 7 fusiles, 5 escopetas, 20 pistolas, 8 granadas de mano, 45 kilogramos de cocaína, 5.000 cartuchos para fusil, 100 teléfonos celulares y 12 kilogramos de marihuana.
El Aissami anunció a medios oficiales el domingo que al menos 2.500 internos fueron trasladados de El Rodeo I a otros centros penitenciarios donde permanecerán por dos semanas mientras las autoridades revisan y limpian el penal.
Otros 900 reclusos permanecían en la cárcel, pero también pudieran ser trasladados.
El gobierno decidió intervenir las cárceles de El Rodeo I y II luego de un violento enfrentamiento entre los internos que se registró el 12 de junio que dejó reos 22 muertos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó la semana pasada preocupación por los hechos ocurridos el 12 de junio e instó en un comunicado al Estado venezolano a "adoptar medidas concretas a fin de proteger la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad".
En la CIDH se ha recibido denuncias sobre las graves condiciones de hacinamiento que imperan en las cárceles venezolanas, la tenencia por parte de los internos de armas de fuego de distinto calibre y de explosivos, y el "cobro a los reclusos de una extorsión conocida como causa, la cual es dividida entre las bandas criminales que controlan las cárceles, la autoridad civil y las autoridades militares de custodia externa", agregó el escrito.
En Venezuela existen 30 cárceles con capacidad para recluir a 12.500 presos pero albergan a cerca de 49.000, de acuerdo con la organización local Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Durante el primer trimestre de este año se reportaron 124 muertes en las cárceles venezolanas, lo que representó un aumento de 22% respecto al mismo período del año pasado, informó recientemente el director de OVP, Humberto Prado.
Para el 2010 se alcanzó una cifra de 476 muertos y 967 heridos en las cárceles venezolanas, según reportó la CIDH. Entre 1999 y 2010 habría muerto un total de 4.506 reclusos y el número de heridos habría ascendido a 12.518.
