La huelga de hambre de por lo menos 80 internos en el Centro Preventivo y de Ejecución de Sanciones Penales Varonil (CEPESP) que duró cinco días empujó a las autoridades penitenciarias y gubernamentales a modificar el reglamento del mismo.
De esta manera, los reclusos que se encuentran confinados en los módulos de alta seguridad, cuya mayoría se sumó a la huelga de hambre, decidieron suspender esta protesta e ingerir alimentos después de la una de la tarde.
Las autoridades del gobierno del estado y del penal firmaron un documento en el que se comprometen a cumplir con la mayoría de las peticiones que plantearon los internos al inicio de su manifestación.
Las restantes tendrán que pasar por el consejo técnico y para dos más se deberá iniciar una investigación.
En un escrito firmado por el subsecretario de gobierno en el estado, Alfonso Francisco Jiménez Campos, dirigido al presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Adolfo Ortega Osorio, se informa de las decisiones tomadas.
Algunos de los acuerdos pactados fueron el permitir la salida a los internos del perímetro durante dos horas, de acuerdo al calendario que se establezca, considerando la capacidad de espacio en el penal y en esos lapsos podrán hablar por teléfono y lavar su ropa.
Igualmente, se autorizó a los internos tener hasta tres mudas de ropa; se revisará el padrón de visitas para actualizarlo, además de permitir el acceso de parrillas, adquirir cualquier producto de las tiendas, recibir atención médica cuando se requiera, llevar lápiz o pluma y libreta cuando asistan a los juzgados y el acceso a las actividades deportivas.
El director del penal, Joaquín Ruelas Rivera, se comprometió, además, a no tomar represalia alguna contra los que participaron en la huelga de hambre.
Anoche se comunicó a todos los internos los acuerdos asumidos, pero como no fue por escrito, decidieron continuar la huelga de hambre hasta la una de la tarde de este viernes.
El presidente de la CEDH, Adolfo Ortega Osorio, quien recorrió los módulos de alta seguridad, afirmó que de manera permanente se asignarán dos visitadoras de este organismo en el penal para cerciorarse de que los acuerdos son realmente aplicados.
Antes de que los internos levantaran la huelga de hambre, 8 de los 10 diputados locales del Partido Acción Nacional (PAN) intentaron ingresar al centro, lo que les fue impedido por el mismo director Ruelas, argumentando que no tenía conocimiento de que estarían ahí y que el reglamento no se lo permitía.
Sin embargo, poco después de la una de la tarde cambió de opinión, procediéndose al recorrido del penal.
Asimismo, minutos antes de que concluyera el movimiento de los internos, varios de sus familiares montaron una protesta afuera del CEPESP y siguieron a Joaquín Ruelas durante varios minutos mientras éste se dirigía a su oficina.