Wikileaks. El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, antes de una audiencia en el Tribunal inglés.
Kristinn Hrafnsson, vocero de WikiLeaks, descartó que las actividades que han realizado sean irresponsables, negó que su proyecto de dar a conocer información reservada tenga un matiz antiestadounidense y defendió la idea de que ellos representan la esperanza de las personas que aún creen en la democracia.
El periodista, quien se distinguió cuando desde su tribuna periodística dio a conocer la actividad criminal de alto nivel y la corrupción en Islandia, lo que derivó en su despido de la televisión, comentó que sus expectativas son "seguir teniendo la capacidad para abrir el entorno y respecto a información que pudieran destapar" en los siguientes días, dijo que no puede revelar nada y que las únicas excepciones en este sentido son de Julian Assange.
Durante la última jornada del IX Seminario del Grupo Diarios de América, que se celebra en la capital de Chile con el tema "Periodismo para las nuevas plataformas digitales", dijo que han puesto al descubierto más de 80 mil cables solamente en las últimas 48 horas, y para ser justos, puntualizó "no sé si venga algo nuevo de México".
No obstante, adelantó que están reuniendo materiales y luego definirán la estrategia sobre la manera de cómo van a revelarlos; "no sabemos si habrá colaboración con otros medios o los postearemos de manera individual. Hemos aprendido mucho -manifestó- y hemos tenido gran crecimiento".
Respecto a la experiencia que han adquirido en esta etapa de primeras revelaciones, el colaborador de Julian Assange advirtió que una de las pocas cosas que no volverían a hacer es "colaborar con los medios tradicionales con acuerdos verbales solamente, habría sido mejor tener pactos escritos".
Hrafnsson comentó que WikiLeaks no sólo cambió las reglas del ejercicio periodístico en los medios, sino que también dictó la manera de cómo se violan las reglas en los medios. Narró que empezaron con sus actividades en abril de 2010 y publicaron información de muchos países sobre corrupción en África e Islandia, pero todo pasó desapercibido hasta que empezaron a revelar datos del Departamento de Estado y el gobierno de Estados Unidos, pero, aclaró: "no somos antiestadounidenses".