Disparos. Las fuerzas de seguridad del Gobierno de Alí Abdullah Saleh abrieron fuego contra cientos de miles de opositores.
Fuerzas de seguridad yemeníes dispararon contra cientos de miles de manifestantes que pedían la renuncia del presidente Alí Abdullah Saleh en la capital Saná, acción represiva que dejó al menos nueve personas muertas y heridas a otras 100.
Las fuerzas de seguridad utilizaron munición real, así como gases lacrimógenos y cañones de agua para tratar de dispersar a cientos de miles de opositores de Saleh, que trataban de marchar hacia el centro de la ciudad desde su bastión en la Plaza del Cambio.
Decenas de personas heridas fueron evacuadas en ambulancias a un hospital de campaña instalado en un campamento donde miles de opositores al presidente Saleh se han establecido desde marzo pasado.
El cuerpo de un manifestante muerto por una bala en la cabeza fue llevado también al hospital, donde al menos 20 heridos de 90, tenían heridas de arma de fuego, dijeron fuentes médicas, aunque el número de víctimas era sólo preliminar.
Los cuerpos de cinco manifestantes más fueron llevados a un centro médico privado junto con decenas de heridos, por lo menos 15 de los cuales tenían heridas de bala, reportó el canal árabe de televisión Al Arabiya.
Los enfrentamientos estallaron en la calle Al-Zubeiri, que marca la línea divisoria entre la parte que ocupan las tropas leales a Saleh y aquella en la cual permanecen las unidades disidentes bajo el mando del general Ali Mohsen Al-Ahmar.
Los activistas habían pedido a los manifestantes realizar una gran marcha este sábado en un intento por obligar al mandatario, quien lleva 33 años en el poder, a renunciar tras más de diez meses de protestas.