Si diversas entidades de Estados Unidos están promoviendo y aprobando leyes antiinmigrantes es porque el gobierno federal de ese país no ha definido política migratoria alguna, consideró el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Julián Ventura.
"Estas leyes se generan por el vacío que se da a nivel federal en materia de legislación migratoria. Diversos grupos, sectores y políticos empiezan a asumir facultades en materia migratoria que el mismo Ejecutivo estadounidense considera que rebasan sus facultades, porque corresponden al ámbito federal", señaló en entrevista.
Hasta ahora, indicó, el Estado mexicano ha presentado nueve recursos bajo la modalidad de amicus curiae (amigos de la Corte) en contra de las leyes antiinmigrantes aprobadas en Arizona, Georgia, Utah, Indiana, Carolina del Sur y Alabama.
Los recursos, respaldados por varios países latinoamericanos, exponen no sólo la preocupación de México por la violación de los derechos humanos de sus ciudadanos, sino también la complejidad que implicaría para la red consular atender de manera distinta a los connacionales de acuerdo al estado de EU en el que viven.
Hasta el momento, diversas cortes de ese país han reservado las disposiciones más duras contra la población indocumentada, luego de que tanto organismos de la sociedad civil como el propio gobierno federal estadounidense presentaran demandas contra las legislaciones estatales. Sin embargo, advirtió Ventura, las leyes han generado un claro ambiente antiinmigrante.
"Cuando se genera un debate que conduce a la aprobación de una legislación (como esas), se genera un ambiente adverso para las comunidades migrantes", apuntó. Esas leyes, alertó, abren la puerta a prácticas discriminatorias que atentan contra el régimen de derechos civiles en EU. La indefinición en materia migratoria por parte del gobierno de Barack Obama, señaló el embajador, afecta además diversos aspectos prioritarios de la agenda política en EU, donde existe una polarización partidista en la toma decisiones.
"La posición del gobierno de Obama, de la Casa Blanca, es de apoyo, y favorable a una reforma migratoria integral, pero claramente no hay el margen político en el Congreso federal estadounidense para impulsar una reforma en ese sentido", comentó.