Los candidatos presidenciales republicanos criticaron la demanda interpuesta por el Departamento de Justicia federal en contra de la ley migratoria de Carolina del Sur con miras al debate que sostendrán la próxima sobre asuntos de seguridad nacional.
El gobernador de Texas, Rick Perry, y la representante de Minnesota, Michele Bachman, dijeron que los funcionarios federales no están aplicando las leyes migratorias de manera adecuada y que los estados necesitan actuar. La crítica llega mientras los candidatos pulen sus credenciales en preparación para un debate el 12 de noviembre en Spartanburg, Carolina del Sur, que se enfocará en asuntos de seguridad nacional.
La gobernadora republicana de Carolina del Sur, Nikki Haley, promulgó la ley migratoria en junio, aunque no entrará en efecto sino hasta el 1 de enero, unas tres semanas antes de que se abran las primeras votaciones primarias del partido en el sur.
De acuerdo con la nueva ley, la policía de Carolina del Sur deberá cotejar con las autoridades federales el estatus migratorio de personas detenidas por algún otro motivo.
El fiscal federal Bill Nettles dijo que la demanda interpuesta el lunes está orientada a proteger el papel constitucional del Gobierno Federal en cuanto a aplicar las leyes migratorias y asegurar a la gente un trato equitativo. La demanda nombra a Haley, hija de inmigrantes de India, como la parte acusada.
La Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés) también interpuso una demanda en contra de la ley.
Obama tendrá encuentro con hispanos
La Casa Blanca anunció la realización de una 'cumbre' con líderes, empresarios y funcionarios hispanos en la Universidad de California, Riverside, en momentos de un descenso de popularidad de Barack Obama entre los latinos.
La 'cumbre', que reunirá este sábado a una docena de funcionarios de la administración del presidente Obama con líderes comunitarios y que sigue a foros similares en otras regiones del país, tendrá como temario la economía, empleo, acceso a la salud y la reforma migratoria.
El presidente Barack Obama acumuló un 67 por ciento del voto hispano en las elecciones de 2008, pero un sondeo Gallup divulgado en septiembre pasado muestra que se encuentra en el sótano de su popularidad entre los latinos, con un apoyo de 48 por ciento, el más bajo de su Presidencia.