La felina, cinco meses de edad y 30 kilos de peso, se encontraba en un departamento de 40 metros cuadrados.
Inspectores de la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en el Estado de México aseguraron un cachorro hembra de tigre blanco de unos cinco meses de edad y 30 kilos de peso que se encontraba en un departamento de 40 metros cuadrados.
Gracias a una denuncia ciudadana se localizó al felino, que mantenían en un departamento ubicado en la colonia San Miguel Apinahuisco, municipio de Toluca, Estado de México.
En un comunicado se informó que al momento de la diligencia, los poseedores de la hembra no acreditaron la legal procedencia de la misma, además de que no contaban con las adaptaciones y/o adecuaciones básicas para la manutención y preservación del anima, como un lugar para sus funciones fisiológicas.
Señaló que en el lugar tampoco se tienen las medidas mínimas para su seguridad y la de los habitantes del edificio, razón por la cual se procedió al aseguramiento precautorio.
Según quedó asentado en el acta de inspección levantada, el felino fue remitido provisionalmente al zoológico de Zacango, Estado de México, en donde permanecerá bajo cuidados médicos y alimenticios de especialistas hasta que se termine de desahogar el procedimiento legal y administrativo iniciado.
El tigre blanco proviene originalmente del continente asiático, en donde son presa de cazadores furtivos y, por ende, del comercio ilegal, por lo que se constituye como una especie amenazada y en peligro de extinción.
