Combate. El estudio presentado ayer indica que sólo el 14 por ciento de los ciudadanos opina que la sociedad se ayuda más que hace un año.
Aunque la narcoviolencia generada por la guerra contra el crimen organizado está erosionando el tejido social y aumentando la preocupación por la inseguridad, la mayoría de los ciudadanos respalda la estrategia de mano dura.
Así lo revela la Encuesta de Ciudadanía, Democracia y Narcoviolencia (Cidena), elaborada por el Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional en coordinación con el Colectivo Análisis de Seguridad con Democracia (Casede) y la encuestadora Sistemas de Inteligencia en mercados de Opinión, que asegura que el 59 por ciento de los encuestados apoya la estrategia contra el crimen organizado.
"La gente en general está a favor de la mano dura en términos generales, pero hay una pregunta que levantamos sobre si la gente está dispuesta a sacrificar libertades individuales en favor de mayor eficacia contra la guerra contra el narcotráfico, y la gente no está dispuesta a sacrificar libertades individuales en 75 por ciento", señaló Raúl Benítez, presidente de Casede e investigador de la UNAM.
"O sea, hay un contrapeso en donde la gente valora la democracia, valora las libertades, aunque la gente quiere que las instituciones de contención sean (más) eficaces, no (quiere) corrupción y que respeten los derechos humanos".
La Encuesta, elaborada con base en una muestra de 7 mil 416 entrevistas cara a cara, destaca que el 30 por ciento de los ciudadanos desaprueba totalmente o poco la forma en el que presidente Felipe Calderón está enfrentando el tema del narcotráfico.
Un 59 por ciento de los encuestados en Chihuahua, Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Nuevo León la aprueba algo o mucho, mientras que el 11 por ciento restante ni aprueba ni desaprueba.
Sin embargo, el 68 por ciento considera que la gente en general no es confiable y es preciso cuidarse las espaldas y sólo el 19 por ciento confía en el prójimo.
"La sociedad sí está fracturada, está individualizada, confía poco en la comunidad, en el vecino, en las respuestas organizativas sociales, puede ser un llamado a los políticos para que tomen en cuenta opiniones de la población, dónde están sus carencias", agregó Benítez en conferencia.
"Por que éstas son carencias del Estado trasladadas a la opinión individual que en algunos estados de la República inmovilizan al ciudadano por temor y por el mismo enconchamiento por solucionar su situación individual que se siente amenazada".
Asimismo, el estudio presentado ayer indica que sólo el 14 por ciento de los ciudadanos opina que la sociedad se ayuda más que hace un año. Las causas por las cuales existe menos acercamiento son inseguridad (50%); porque la situación económica no lo permite (29%) y por falta de comunicación (15%).
Para el 49 por ciento de la ciudadanía, la mejor solución para el problema del narcotráfico es reducir la pobreza y el desempleo; mientras que el 37 por ciento se inclina por usar la fuerza militar y policiaca y únicamente el 13 por ciento está a favor de negociar con los criminales.
"La gente da evidencia que se ha minado el capital social en el país, se ha erosionado y que uno de los principales elementos es el tema de la seguridad. Se ha señalado que al sentir un medio institucional adverso la gente en sí misma, ve por su núcleo familiar más cercano.
"Y tenemos arquitectura del miedo donde se cierran las comunidades, se cierran las calles para tratar de hacer un feudalismo de la inseguridad. Se van cerrando los espacios urbanos por la desconfianza", dijo Guillermo Zepeda, especialista en seguridad y miembro de la Red de Juicios Orales.
AGENCIA REFORMA