Incómodo. Carlos Pascual, embajador de Estados Unidos en México ha sido incómodo para el Gobierno reveló un cabel de WikiLeaks.
Estados Unidos confirmó ayer que entre sus planes a futuro no está contemplada la remoción de su actual embajador en México, Carlos Pascual, cuyo caso fue discutido el jueves durante el encuentro entre los presidentes Felipe Calderón y Barack Obama en la Casa Blanca.
Según aseguró el portavoz del Departamento de Estado, JP Crowley, el embajador Carlos Pascual "ha estado trabajando de forma eficaz" a pesar de las "difíciles condiciones" para manejar en estos momentos nuestras relaciones bilaterales con México.
En conferencia de prensa, Crowley admitió que las revelaciones difundidas por WikiLeaks han creado tensión y que Washington está decidido a "manejar cualquier tensión surgida por la aparición de esos cables" diplomáticos, donde el embajador Pascual criticó el papel del Ejército y la falta de coordinación entre los cuerpos de seguridad mexicanos.
La reacción del Departamento de Estado se ha producido un día después de que el presidente Calderón se reuniera con el presidente Obama. Si bien el mandatario mexicano no mencionó el tema de Pascual durante la conferencia de prensa conjunta, su frustración por el contenido de los cables diplomáticos salió a relucir ese mismo día durante la entrevista concedida a The Washington Post y, casi dos semanas antes.
Una fuente citada por el diario The New York Times, que estuvo presente en el encuentro entre Obama y Calderón aseguró que el presidente mexicano consideró los cables injustos con su Gobierno y que culpó al embajador Pascual.
En este contexto, el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, dijo que "la relación bilateral entre México y Estados Unidos es lo suficientemente fuerte" como para superar el episodio de desencuentros, tras las revelaciones de WikiLeaks.
"No vamos a tapar el sol con un dedo en el capítulo WikiLeaks. Sí generó tensión y generó ruido. Pero en esta relación bilateral históricamente siempre ha habido momentos en los que hay diferencias y discrepancias. La diferencia hoy es que la agenda bilateral las puede superar porque hay una relación sólida y con dirección estratégica", dijo Sarukhán al asegurar que durante los próximos dos años los gobiernos de ambos países pondrán lo mejor de su parte para que el "éxito de los resultados (de la cooperación bilateral) estén a la vista de los ciudadanos".
Finalmente, Sarukhán consideró que, a pesar de lo que se ha señalado en distintos medios, el embajador Carlos Pascual tiene "una relación productiva de trabajo diario con sus contrapartes".
En México, Alejandro Poiré Romero, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que los mandatarios y sus equipos tuvieron una reunión de trabajo fructífera, cordial y de mucho reconocimiento y puso en duda las fuentes citadas por el New York Times.
Sin embargo sí surgen diferncias en algunos temas como sucede en cualquier relación bilateral y no como ha sido señalado.
Entorpecerá el diálogo
Esta es la opinión de dos ex embajadores:
⇒ Carlos Pascual, ya no es un interlocutor válido para México, por lo que al mantenerse en su cargo entorpecerá el diálogo entre ambos países y mandará a la congeladora las relaciones bilaterales, coincidieron los ex embajadores Enrique Berruga Filloy y Leonardo Ffrench Mora.
⇒ "Será muy difícil que Pascual pueda telefonear al Presidente para arreglar un asunto", dijo Berruga.
