El Presidente de EU le brindó su respaldo al Procurador General, Eric Holder, quien se encuentra bajo presión por el escándalo de Rápido y Furioso.
El presidente Barack Obama reafirmó hoy su respaldo al procurador general estadunidense Erick Holder, mientras la controversia sobre su papel en torno al operativo 'Rápido y Furioso' parece crecer tras conocerse nueva información.
'Tengo completa confianza en el procurador general sobre la manera que maneja su oficina', dijo Obama al insistir que ambos desconocían la existencia y alcances del operativo hasta que su existencia fue revelada.
Contrario a las acusaciones de los republicanos, el mandatario señaló que Holder ha sido 'bastante agresivo' en combatir el tráfico ilegal de armas y dinero que tienen como destino los cárteles de las drogas en México.
'Ha habido bastante cooperación entre Estados Unidos y México en este frente', destacó el mandatario en conferencia de prensa.
'Creo que tanto él como yo habríamos estado bastante molestos si alguien hubiera sugerido que se estaba permitiendo dejar que armas cruzaran, cuando Estados Unidos lo pudo haber prevenido', dijo.
Empero, Obama se cuidó de no entrar en el terreno de las fechas, que parece estar arrastrando la credibilidad de Holder conforme nuevos documentos parecen sugerir que éste incurrió en perjurio ante legisladores.
Documentos difundidos este jueves por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes revelaron que Holder recibió cinco oficios sobre la existencia del fallido operación 'Rápido y Furioso' a partir de julio de 2010.
Ello parece contradecir los dos testimonios brindados por Holder en el Congreso en mayo pasado, donde dijo que apenas este año había conocido del programa que permitió el tráfico ilegal de armas a México.
Uno de los oficios detalla la forma en la que varios intermediarios eran 'responsables de la compra de mil 500 armas abastecidas después a los cárteles mexicanos de las drogas'.
Obama externó también su confianza sobre la investigación que lleva a cabo la oficina del Inspector General del Departamento de Justicia para deslindar responsabilidades en torno a la controversial operación.