Investigación. Carmen Beatriz López-Portillo Romano, rectora del Claustro de Sor Juana en Ciudad de México, habla del tema.
MÉXICO, DF.- Científicos mexicanos analizarán el ADN de los restos atribuidos a la poeta Sor Juana Inés de la Cruz y los compararán con el de los descendientes de su hermana o el de su sangre plasmada en un documento para verificar su autenticidad, dijo Carmen López-Portillo Romano.
López-Portillo, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana de Ciudad de México, explicó que este examen servirá para despejar todas las dudas sobre los restos óseos de la escritora y decidir el lugar en el que deben permanecer.
"El doctor Arturo Romano Pacheco, quien descubrió la osamenta, tiene interés en demostrar la autenticidad" , explicó la rectora, y añadió que otro grupo llevará a cabo una consulta para definir dónde deben reposar los restos, "si en el Claustro, en la Rotonda de Hombres Ilustres (en la capital mexicana) o en Nepantla (cercanías de Ciudad de México), donde vivió su infancia".
La rectora agregó que, en su opinión, deben permanecer en el Claustro, porque la escritora decidió vivir y morir en ese lugar, antiguo convento de monjas jerónimas, donde escribió las comedias y versos que conforman su vasta obra literaria.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (1651-1695) vivió su infancia en una hacienda, su adolescencia y juventud con unos tíos y en la corte virreinal, y los últimos 27 años de su vida se recluyó en un convento.
Sus restos fueron descubiertos en 1978, en unas excavaciones en las que afloró una osamenta diferenciada que, "por su nivel, estructura y medidas, así como lo que quedaba del medallón", se supuso que pertenecía a Sor Juana, explicó la rectora.