"Los mexicanos tienen mucho de qué sentirse orgullosos."
Taleb Rifai
"Habla bien de Acá." La frase la repitieron una y otra vez este pasado fin de semana funcionarios y habitantes de Acapulco y Guerrero, que aprovechaban la afluencia de visitantes por el Abierto Mexicano de Tenis para pedir un mejor tratamiento de su puerto en los medios de comunicación. Pero todas las buenas intenciones cayeron por tierra cuando el sábado, en la noche de la final del Abierto, aparecieron tres personas degolladas y una más muerta a tiros.
Ayer el presidente Felipe Calderón, al firmar un Acuerdo Nacional por el Turismo, dio a conocer una amplia serie de medidas, muchas de ellas sensatas, para impulsar el turismo. El gobernador de Nayarit, Ney González, representante de turismo de la Conferencia Nacional de Gobernadores, señaló que mucho ayudaría dejar de priorizar la nota roja y dar cabida a las buenas noticias.
En un país libre, sin embargo, no se puede ocultar la información. Los intentos de las autoridades por soslayar los hechos de violencia no han ayudado más que a resaltar las malas noticias. Recordemos que cuando en 2010 fueron secuestrados y posteriormente asesinados 20 turistas michoacanos en Acapulco las autoridades dijeron primero que se trababa al parecer de miembros del Cártel de La Familia y después la secretaria de Turismo, Gloria Guevara, afirmó que no eran turistas típicos. Al final resultó que sí lo eran.
La actividad turística internacional ha mostrado una gran capacidad de recuperación tras la crisis de 2009. Según la Organización Mundial de Turismo el número de arribos de turistas internacionales a todos los países fue de 935 millones en 2010, un aumento de 6.7 por ciento sobre el nivel de 2009. Ha habido, incluso, un incremento de 22 millones de arribos sobre la cifra de 2008 de 913 millones, que hasta ahora era el máximo histórico.
El turismo en México muestra también una recuperación a pesar de la violencia. Tras un desplome dramático de 15.15 por ciento en los ingresos turísticos en dólares en 2009, el Banco de México reporta en 2010 un aumento de 5.29 por ciento para alcanzar 11,871.8 millones de dólares. El alza no es muy lejana a la internacional de 6.7 por ciento. El incremento de 8.5 por ciento en el número de arribos no fronterizos, 9.4 millones de visitantes en 2010, se borra en parte, sin embargo, por una caída de 10.39 por ciento en los visitantes fronterizos, que fueron sólo 1.97 millones el año pasado. Además de la violencia, algunas medidas del Gobierno Federal, como el Siave, que hizo mucho más pesado el cruce de Estados Unidos a México, influyeron sobre este descenso.
La relativa timidez del turismo internacional está siendo compensada en este 2010 por un aumento vigoroso en los visitantes nacionales. La temporada de spring-breakers, por ejemplo, apunta para un verdadero fracaso, pero eventos como el Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco han sido un éxito.
Si México realmente quiere pasar del décimo lugar en arribos internacionales al quinto que ayer prometía el presidente Calderón, tenemos todavía mucho trabajo por hacer. Es importante dar certidumbre jurídica en la tenencia de la tierra y en los tratos con sindicatos, ofrecer una mayor seguridad pública, mejorar la infraestructura de comunicaciones, crear escuelas que capaciten en las habilidades que requiere la industria turística y ampliar y mejorar la promoción de nuestros atractivos.
La apuesta vale la pena, porque la actividad turística es rentable y poco contaminante. Pero no podemos esperar que México logre el éxito que pretende si no resuelve los problemas de fondo de esta industria.
Apenas se introdujo al mercado en abril de 2010, pero hasta diciembre pasado se habían vendido más de 15 millones de i-Pads. Este 2 de marzo se espera que Apple introduzca una nueva versión, la i-Pad 2, con menor peso y mayor capacidad. Éste es un producto que ha creado por sí solo un nuevo mercado de consumo.
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