La Asamblea Nacional (congreso unicameral) de Ecuador reanudó el debate de la Ley de Comunicación, con intervenciones que pusieron en evidencia la polarización que existe entre el oficialismo y la oposición respecto al tema.
Durante la sesión legislativa, los asambleístas intercambiaron acusaciones de incumplimiento de sus funciones y de afanes monopólicos de los medios de comunicación, tanto privados como públicos.
Los legisladores opositores Luis Morales y César Rodríguez pidieron que se vote artículo por artículo la iniciativa, una propuesta sobre la cual la Asamblea deberá pronunciarse antes de entrar a la votación.
La jornada también estuvo marcada por críticas al presidente ecuatoriano Rafael Correa por sus demandas judiciales en contra de los propietarios del diario El Universo y el ex editor de opinión de ese medio, Emilio Palacio, por 'injurias calumniosas'.
El asambleísta del opositor Partido Sociedad Patriótica, Juan Carlos López, abogó porque el consejo de regulación que se crearía bajo esta ley sea un organismo 'técnico', en alusión a los temores de la oposición de que responda a directrices del presidente Correa.
El vicepresidente de la Asamblea, el oficialista Juan Carlos Casinelli, sostuvo que en materia de libertad de expresión, la Constitución ecuatoriana 'tiene un alcance mayor que la Convención Interamericana de Derechos Humanos', que la oposición reivindica.
César Rodríguez, ex militante de la oficialista Alianza País, lamentó que en este debate se enfrenten por un lado el poder político de Correa, y por otro el fáctico de los medios de comunicación, pero esté ausente la ciudadanía.
De acuerdo con analistas, es impredecible determinar el momento en que el pleno de la Asamblea votará la ley, por cuyo contenido el gobierno y sus partidarios mantienen una intensa polémica con la oposición y los gremios de los medios.
Según disposiciones transitorias de la Constitución vigente desde 2008, la Ley de Comunicación debió haber sido aprobada en octubre de 2009, lo que no ha sido posible hasta el momento, por las posiciones opuestas de los legisladores.