Acciones. Rebeldes libios se preparan para lanzar un proyectil antes de que las fuerzas leales a Gadafi bombardeen su posición, en la localidad de Al Uqayla. EFE
Las fuerzas terrestres de Moamar Gadafi retomaron ayer una población petrolera estratégica y se acercaron a otra urbe oriental en una campaña que casi ha revertido los avances hechos por los rebeldes con el apoyo de los ataques aéreos de los aliados.
Los insurrectos suplicaron por más ayuda, mientras un funcionario estadounidense señaló que las fuerzas del Gobierno libio eluden mejor la operación aliada al utilizar vehículos civiles, "furgones de batalla", con armamento hechizo en lugar de tanques.
Varias potencias occidentales, al mantener la presión para que Gadafi abandone el poder, lanzaron nuevas acometidas aéreas en otras partes de Libia e insinuaron que armarían a la oposición.
Al mismo tiempo, prosiguieron unas intensas y discretas negociaciones para encontrar a un país que acoja al líder libio, que lleva casi 42 años en el poder.
Las incursiones han neutralizado a la fuerza aérea de Gadafi y castigado a su ejército, pero sus tropas terrestres están mucho mejor organizadas, armadas y entrenadas que la oposición.
El nuevo impulso recuperado por las fuerzas gubernamentales pareció afianzar una visión estadounidense de que la oposición, mal equipada, es posiblemente incapaz de prevalecer sin una decisiva intervención occidental, sea una operación militar a fondo encabezada por Estados Unidos contra el contingente militar del régimen o la decisión de armar a los rebeldes.
En Washington, algunos legisladores republicanos y demócratas incomodaron a varios altos funcionarios del Gobierno estadounidense con preguntas sobre cuánto tiempo participará Estados Unidos en Libia, el costo de la operación y si los rebeldes serán armados por países occidentales.
La OTAN está en proceso de tomar el control de la campaña aérea, que comenzó como una operación dirigida por Estados Unidos. Algunos diplomáticos dijeron que dieron su aprobación para que el comandante de la operación de la OTAN, el general canadiense Charles Bouchard, anuncie la transferencia el jueves.
El ejército terrestre de Gadafi ha adoptado una nueva táctica ante los golpes asestados por los ataques aéreos a sus tanques y vehículos blindados, afirmó un prominente funcionario de la inteligencia estadounidense.
Han dejado de usar esas armas a cambio de una "bandada" de "furgones de batalla": minicamionetas, sedanes y vehículos todo terreno habilitados con armas, indicó.
El funcionario hizo las declaraciones en forma anónima como condición para abordar temas delicados de la inteligencia estadounidense sobre la situación y capacidad de los rebeldes y de las fuerzas del régimen. Los insurrectos han señalado también que las fuerzas de Gadafi han aumentado el uso de vehículos civiles en los combates.
Las fuerzas de Gadafi atacaron también el puerto petrolero de Brega, hacia el este de Ras Lanuf. La retirada parecía una fuga desenfrenada: camionetas cargadas de colchones y cajas iban al este a 160 kilómetros por hora.
DESCARTA CHÁVEZ ASILO
En tanto, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, descartó en Uruguay que vaya a ofrecer por el momento asilo a Muammar Gadafi y aseguró que el líder libio "hace lo que tiene que hacer" ante lo que definió como una "agresión imperial".
Chávez, que visita Montevideo como parte de una gira por Suramérica, aseguró que ha hablado "una o dos veces" con Gadafi, que "ha dicho en distintas ocasiones que no se va de Libia".
