Preocupa. Los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico mostraron gran preocupación por las presiones inflacionarias. ARCHIVO
Por primera vez en la historia, el Banco de México (Banxico) emitió la minuta de la discusión sobre política monetaria que estableció la Junta de Gobierno el 20 de enero.
Según el documento, los miembros del organismo mostraron especial preocupación por las presiones inflacionarias, pese que ésta caerá durante 2011 a 3.8 por ciento, desde el 4.4 por ciento registrado en 2010.
"En lo que se refiere a las expectativas de inflación para mediano y largo plazos, algunos miembros de la Junta señalaron que éstas permanecen bien ancladas, si bien por arriba del objetivo de 3 por ciento.
"Un miembro de la junta manifestó su preocupación por el hecho de que en los últimos meses se ha observado un incremento en los indicadores de compensación por la inflación y riesgo inflacionario implícitos en las tasas de interés de largo plazo", indicó el texto.
Otro de los participantes expresó su consternación por el hecho de que los avances para alcanzar el objetivo inflacionario de 3 por ciento son reducidos, lo que obedece a la incertidumbre sobre política de precios públicos en el futuro, según otros miembros.
RIESGOS EN PUERTA
De acuerdo con la minuta del Banco de México, la evolución de la inflación enfrenta diversos riesgos como la elevación adicional de los precios internacionales de granos y otras materias primas; el ritmo de crecimiento de los precios de bienes y servicios -cuyas tarifas establecen los gobiernos- y la posibilidad de que se reduzcan o reviertan las condiciones de competencia entre las cadenas comerciales.
No obstante, el organismo estima que los precios vayan a la baja este año, ante el desvanecimiento del impacto de las medidas tributarias y ajustes en precios públicos a principios de 2010; menores aumentos en servicios turísticos; efecto favorable de la negociación sobre incrementos al salario mínimo; el cambio de la base de medición del Índice Nacional de Precios al Consumidor; el patrón de comportamiento en la inflación de frutas y verduras; la apreciación de la moneda nacional y la postura de política monetaria.