Gastan mucho. Fitch muestra preocupación por los aumentos en el gasto corriente de gobiernos, en los rubros de seguridad y de salud.
Las calificadoras de riesgo muestran preocupación por el aumento considerable del gasto corriente que registran las entidades federativas.
Fitch Ratings consideró que los cambios en las administraciones estatales, la creación de dependencias y secretarías y un fuerte incremento en rubros de seguridad, salud y transferencias en educación son factores que presionan las erogaciones en los gobiernos estatales.
El Gobierno de Veracruz es una de las administraciones que en los últimos años experimentó un considerable aumento en la burocracia.
En 2006, la entidad que gobernaba Fidel Herrera canalizó 12 mil 907 millones de pesos para gasto corriente, recursos que se elevaron hasta 17 mil 279 millones de pesos en 2010.
Fitch Ratings expuso que el gasto corriente en la entidad, durante la administración anterior, representó 69.5%, cuando para una calificación que considera una buena capacidad de pago "AA's" requiere que el porcentaje sea de 41.3%.
Eduardo Hernández, analista de Fitch, comentó que los rubros de servicios personales han tenido un crecimiento importante, así como las transferencias no etiquetadas, las cuales se han abultado.
En entrevista, aseguró que el gasto corriente y operacional de las entidades federativas experimentó tasas de crecimiento promedio de 5.4% anual entre 2004 y 2009.
El especialista planteó que el repunte del gasto corriente se enmarca en un entorno de ingresos complicados y una situación en donde los estados no disminuyeron su ritmo de inversión. "Las finanzas de las entidades federativas empiezan a tener una reducida flexibilidad financiera y comienzan las presiones presupuestales. Es un círculo vicioso que de alguna forma es importante y en donde se tienen que tomar medidas, que muchas veces no son nada populares", expuso.
Hernández mencionó que las administraciones locales no tienen mucho margen de maniobra para seguir con alzas en el gasto. "El reto es importante para las nuevas administraciones porque las expectativas de ingresos no son favorable. Tienen que aumentar su recaudación propia y experimentar políticas de restricción de gasto", dijo el especialista de Fitch.
En un reporte especial que hizo la calificadora denominado "mayor gasto y endeudamiento de las entidades subnacionales", se concluyó que hay un crecimiento del gasto operacional superior al registrado en los ingresos corrientes.
"Existen entidades cuyo aparato burocrático es abultado en términos de su presupuesto, pero que reciben recursos extraordinarios en montos mayores a los que otras entidades acceden", detalló Fitch.
En el Gobierno de San Luis, la calificadora expuso que, en el último año, el gasto operacional registró un aumento real de 26.9%, en donde las transferencias no etiquetadas tienen alzas importantes.
En otro caso, el Gobierno de Yucatán tiene un alto nivel de gasto operacional que limita la flexibilidad financiera del Estado.
Puebla fue la entidad donde el gasto corriente registró aumento moderado de 1.6%.
El Gobierno de Jalisco es otro caso donde el gasto operacional representó 91% de los ingresos disponibles, lo cual es desfavorable con la media de las entidades.
Gastan más
Fitch destaca estados que gastan mucho:
⇒ En Yucatán tienen un alto nivel de gasto operacional que limita su flexibilidad financiera.
⇒ Jalisco es otro caso donde el gasto operacional representó 91% de los ingresos disponibles.
⇒ En San Luis el gasto operacional registró un aumento real de 26.9%.