Elecciones. Guillermo Anaya Llamas, candidato a la gubernatura de Coahuila.
La esposa del candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila, Guillermo Anaya, compró hace tres años y medio un rancho en Durango, pero el valor registrado es menor al real, según información publicada ayer.
Una nota del diario Reforma da cuenta de la compra realizada por María Teresa Aguirre, esposa del senador con licencia. El predio ubicado en Villa Hidalgo, Durango, tiene 4 mil 575 hectáreas de extensión, por las que se pagaron 4 millones y medio de pesos en diciembre de 2007.
Reforma publicó detalles de la escritura señalando que el precio de compra fue de 853 pesos (71 dólares) por hectárea. El diario asegura que el precio real del rancho sería de más de 45 millones de pesos, por lo que el predio habría sido registrado a un 10 por ciento de su valor real.
Sin embargo, ganaderos consultados por El Siglo de Torreón señalaron que el precio de esas tierras es alrededor de 160 dólares por hectárea. En ese caso, el valor del rancho sería de unos 8.6 millones de pesos.
El rancho, usado como agostadero para la crianza de ganado, se ubica en la antigua Hacienda de Santa Teresa, 105 kilómetros al sur de Parral, Chihuahua.
Ganaderos consultados dijeron que se requeriría de una inversión de al menos dos millones de pesos para introducir el ganado.
El rancho fue comprado a la familia Fernández Ugarte, entre ellos María del Carmen Fernández, dirigente del PAN en Torreón.
Cuestionado sobre la compra del predio, Anaya dijo que el monto acreditado en la escritura es el valor real del predio y aseguró que la propiedad está incluida en su declaración patrimonial.
"Lo que costó es lo que vale", dijo. "Ni los ranchos más equipados valen (45 millones de pesos)", añadió tras mostrar documentos sobre el valor del predio.
Anaya dijo que el rancho está a nombre de su esposa pues "yo no utilizo prestanombres, lo que tengo lo he logrado con mi esfuerzo y mi trabajo de 15 años como abogado".
El candidato dijo que la revelación busca ser una "cortina de humo" para ocultar supuestos casos de corrupción en el PRI.
EL SIGLO DE TORREÓN
