Las armas. Entre las piezas que más llaman la atención en el Museo Madero de la Revolución Mexicana, está el armamento que se exhibe.
Más allá de los nombres a los que la historia otorga la categoría de héroes, los escenarios geográficos donde sucedieron míticas batallas y los bemoles propios de un levantamiento social, la Revolución Mexicana es un fenómeno que a más de un siglo de haber sucedido, aun cautiva a chicos y grandes.
Porque el levantamiento armado de inicios del Siglo XX, no sólo se mantiene vigente a través de los libros, sino de la música, el teatro, el cine y las manifestaciones culturales más contemporáneas de la actualidad, los museos han jugado un papel fundamental, en la difusión de los hechos que cambiaron la historia del México Moderno.
En La Laguna, la revolución es un tema que además de protagonizar importantes acontecimientos para el país, se recuerda con emotividad. El Museo de la Revolución y El Madero de San Pedro, llegaron a reforzar el trabajo que desde hace años venía realizando el Museo de la Revolución de la Casa Colorada.
Objetos antiguos que recuerdan lo violenta, sangrientas, difícil, recursiva o indistinta, fue la Revolución Mexicana. Sin embargo, el nuevo concepto de museo, donde las pantallas interactivas, las impresiones de enormes fichas y escenificaciones de personajes, son del mismo valor de la colección, se sirvieron del color y el sonido para atraer visitantes.
Nuevo Museo de Torreón
Ubicado en un chalet de estilo ecléctico, adquirido en 1905 por el doctor Wong Lim, donde se mezclaron elementos arquitectónicos de diversos orígenes, la esquina de Lerdo de Tejada y Gregorio A. García, desde el 2007 atrae las miradas de los transeúntes con un hermoso jardín donde se encuentra la Campana del Centenario, que pesa dos toneladas y media, mide dos metros de altura.
Objetos como la máscara mortuoria de Pancho Villa y una antigua máquina de escribir, comparten espacio con una moderna pantalla “touch screen” donde el visitante puede recibir una plática virtual de la cronología de la Revolución, uno de los principales atractivos para los públicos de menor edad, comentan los guías del museo.
“Temas como El Triunfo de la Revolución, y el apartado destinado a la División del Norte, tienen mucho auge entre los visitantes, ya que la mayoría ven espacios, relatos y personajes que les son familiares a la región”, comentan los guías mientras explican que el museo enseña al visitante desde los antecedentes de la revolución.
Una sala dedicada al General Francisco Villa, ambientada con corridos que narran la valentía y el coraje del personaje revolucionario por excelencia, hacen que la historia no muera en el dato duro del libro científico, sino que tome emotividad y hasta cierto grado estético en el ambiente de un espacio cultural.
San Pedro en la historia
Los nombres de Francisco I. Madero o el general y escritor Francisco L. Urquizo, hacen de San Pedro de las Colonias, uno de los municipios cuna de la Revolución Mexicana. Ubicado en el centro de la ciudad el Museo Madero abrió sus puertas en un chalet de inicios de siglo, para narrar en tres plantas los más selectos capítulos de la revolución y los episodios que sucedieron en la Comarca Lagunera.
Un moderno despliegue de tecnología multimedia le permite a todo tipo de público enterarse de los momentos más cruciales de Francisco I. Madero, desde su formación en Parras de la Fuente, hasta las más altas decisiones tomadas desde la capital del país, pasando por la Sucesión Presidencial escrita en el propio Municipio San Pedro.
Uniformes militares, documentos históricos, armamento militar (rifles, revólveres y munición) distinciones, medallas, condecoraciones propias del momento histórico y algunos muebles, es parte de lo que los visitantes al Museo Madero podrán apreciar en su interior. Un elevador comunica las tres plantas y conecta varias ludotecas para introducir en la vida de Madero y el suceso histórico, a los niños a través de dinámicas y recursos multimedia.
“Creo que tenemos una gran ventaja frente a los museos tradicionales, una es que somos un museo temático que rinde homenaje a la revolución, y otra que el museo recibe a los visitantes con una museografía muy moderna y digital, lo que permite atrapar por completo la atención de los niños que vienen, como parte de sus programas escolares”, dice una de las guías en un recorrido.
Un gran antecedente
Emblemático, mítico entre los laguneros y promotor de la Revolución Mexicana, el Museo de la Casa Colarada que se encuentra a la orilla del Río Nazas, desde 1983 se ha convertido en un símbolo de identidad para los laguneros, que se resume en el lema que se encuentra en su interior “Aquí no se honran las cenizas, sino el fuego de la Revolución Mexicana”.
Riles, armas, casquillos oxidados de una munición de la que se desconoce su paradero, monedas antiguas, fotografías e imágenes del General Francisco Villa, así como información icónica e historiográfica fundamental de la Revolución Mexicana en La Laguna.
Un museo que de manera independiente ha abierto sus puertas durante más de 25 años, no sólo para recibir documentos y aportaciones de los ciudadanos que llevan alguna pieza, por la enorme confianza que tienen al espacio, sino porque allí se cuenta la historia con ritmo juglar, de corrido, lejos de las formalidades, incluso el visitante se siente como ingresando en el tiempo.
Otros espacios en el estado
De los mil 352 metros cuadrados, que tenía la casa del Varón de Cuatro Ciénegas Venustiano Carranza, hoy restaurados en su totalidad, 483 metros reciben a los visitantes transformados en museo, para contar en cuatro salas interactivas de exposición permanente, cinco ejes temáticos, acerca de la vida y obra de Carranza; así como áreas de recepción e inducción sobre los antecedentes de Cuatro Ciénegas.
El museo aborda la biodiversidad, la familia, los primeros años del coahuilense, el llamado a la política, su ruptura con el Porfiriato, Carranza como Gobernador de Coahuila, la bandera de La Legalidad, y cuenta además con una tradicional cocina norestense del Siglo XIX.
