Multitud encendida. Imagen de la Plaza Tahrir en El Cairo, donde cientos de miles pidieron la renuncia del actual presidente Hosni Mubarak y demandan un gobierno democrático.
Decenas de miles de manifestantes llenaron ayer la plaza mayor de la capital egipcia con banderas y entonando el himno nacional, envalentonadas en su campaña para deponer al presidente Hosni Mubarak tras haber protagonizado sus seguidores dos días de cruentos enfrentamientos callejeros. Al mismo tiempo, Estados Unidos, Naciones Unidas y la Unión Europea exhortaron a Egipto para que acelere su transición a la democracia, incluyendo una propuesta para que renuncie de inmediato el mandatario.
Miles de personas, muchas de ellas familias enteras acompañadas de sus hijos menores, cruzaron los puentes sobre el Nilo para entrar en la Plaza Tahrir (Liberación), indicio de que el movimiento no quedó intimidado pese a las repetidas cargas de los leales a Mubarak.
Tras casi 30 años al frente del Gobierno egipcio, la Casa Blanca dijo que analiza varias posibilidades con los representantes egipcios sobre la suerte de Mubarak - entre ellas su cese inmediato dando paso a un gobierno de transición respaldado por los militares. Los congregados en la plaza - unos 100,000 - empuñaban carteles que decían "!Ahora!", la segunda cifra más abultada desde el cuarto de millón que lo que lo hizo el martes. Bautizaron la concentración del viernes con la consigna de "día de irse" el mandatario.
Miles de personas comenzaron a corear consignas contra Mubarak tras las plegarias rituales del viernes: "!Vete! vete! !vete!". Un hombre en una silla de ruedas fue izado con silla y todo mientras agitaba los brazos.
Los reunidos pasaron por controles de seguridad levantados por lo militares y piquetes de manifestantes en los accesos a la plaza. Por la tarde, un grupo de partidarios de Mubarak ocuparon otra plaza a varias cuadras de distancia e intentaron entrar en Tahrir, golpeando con palos las vallas metálicas en un alarde de intimidación. Empero, los manifestantes los repelieron a pedradas.
La red de televisión en lengua arábiga Al-Yazira dijo que una "banda de matones" asaltó sus oficinas, un asalto parecido al sufrido la víspera por varios periodistas. Agregó que los atacantes incendiaron las oficinas y causaron destrozos. El editor de la página de Internet de la Hermandad Musulmana, Abdel-Galil el-Sharnoubi, dijo que la Policía allanó su oficina el viernes por la mañana y detuvo a 10 de sus 15 periodistas. Y en el sur de Egipto hubo enfrentamientos entre los partidarios del régimen y los manifestantes antigubernamentales.
MUERE PERIODISTA
Un reportero egipcio herido de bala durante los enfrentamientos de esta semana falleció a consecuencia de sus lesiones, con lo que se convirtió en el primer periodista muerto en los 11 días de protestas antigubernamentales.
Ahmad Mohamed Mahmud, de 36 años, tomaba fotografías de los enfrentamientos en las calles desde el balcón de su casa, cerca de la céntrica Plaza Tahrir, cuando fue "herido por un francotirador", hace cuatro días, informó el diario estatal Al-Ahram en su sitio de Internet.
Mahmud murió el viernes en un hospital. Trabajaba para Al-Taawun, un diario que pertenece a la editorial de Al-Ahram.
Mientras tanto, el periodista sueco Bert Sundstrom de la televisora pública SVT se encontraba en estado grave en un hospital de El Cairo tras ser apuñalado por la espalda el jueves.
Naciones Unidas describió la serie de ataques contra los reporteros que ocurrieron durante los enfrentamientos de esta semana como un intento por impedir la cobertura de las protestas contra el gobierno. El presidente estadounidense Barack Obama dijo que los ataques contra los reporteros, activistas por los Derechos Humanos y manifestantes pacíficos en Egipto eran "inaceptables".
'Revolución árabe'
Arriban 11 mexicanos
Después de 40 horas de vuelo, diez mexicanos arribaron a México después de ser evacuados de Alejandría, en Egipto, tras solicitar la ayuda al Gobierno Federal para salir del territorio convulsionado por una crisis política que se suman a Miguel Ramírez, mexicano agredido. Al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) llegaron Mónica Gutiérrez con sus hijos Daniel, Alejandro y Mateo Ordoñana, de ocho, cinco y un año de edad, mientras que Ángela García salió de Egipto para garantizar la seguridad de sus hijas Regina y Fernanda Cardona.
También llegaron José Antonio Gutiérrez, Fernanda Gutiérrez y Rosa Ramírez. Quienes salieron de Alejandría rumbo a Brunei, hasta Frankfurt, Alemania y de ahí volaron a México. Estas mujeres buscaron poner a salvo a sus hijos, después de vivir manifestaciones y escenas de viviendas y coches incendiados. Sin embargo, esperan regresar en unas cuantas semanas a Egipto, donde dejaron a sus esposos quienes decidieron quedarse para continuar con su trabajo.
Los sueños de una "revolución árabe" de libertad, que miles de manifestantes tratan de convertir en realidad en Egipto, ya han producido cambios que hasta hace poco eran impensables en Túnez, Yemen, Jordania y Argelia.
En Túnez la "Revolución de los jazmines" acabó con el régimen de Zine el Abidine ben Alí, en Yemen el presidente Ali Abdalá Saleh declinó presentarse a un nuevo mandato y en Argelia Abdelaziz Buteflika anunció ayer que derogará el estado de emergencia que rige en el país desde hace 19 años y que coarta la libertad de expresión y de manifestación.
Buteflika dijo que el estado de emergencia se derogará "en un futuro próximo", sin precisar si será antes del viernes, 12 de febrero, cuando están convocadas marchas para pedir la anulación de esa medida, que para el poder frena el terrorismo y para la oposición, las libertades. El estado de emergencia fue decretado en 1992 para contener la rebelión del islamista Frente Islámico de Salvación (FIS) por la anulación de la segunda vuelta de las elecciones, cuya primera ronda había ganado por mayoría.
En Jordania, líderes de grupos islámicos han pedido al rey Abdalá II que apruebe reformas políticas que conduzcan a la formación de un "gobierno parlamentario", informó ayer un comunicado de los Hermanos Musulmanes. Hasta ahora, el rey se encarga de nombrar los ministros, que suelen ser elegidos entre personalidades de la vida pública, debido a la ausencia de grandes coaliciones o partidos políticos en el Parlamento, dominado por grupos tribales o pequeñas formaciones. (EFE)