Las elecciones en Michoacán se convirtieron en un tema de confrontación entre el gobierno de la República y el aspirante a la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, Enrique Peña Nieto.
Primero, el presidente Felipe Calderón señaló que habría injerencia del crimen organizado en esos comicios, que evitó el triunfo del Partido Acción Nacional (PAN) en esa entidad.
En respuesta, Peña Nieto replicó diciendo que era "preocupante el tono de las descalificaciones" del mandatario.
Ante la posición expresada por el ex gobernador del Estado de México, la Secretaría de Gobernación (Segob), en voz de su subsecretario Obdulio Ávila, dijo que las declaraciones de Peña Nieto fueron "apresuradas y nerviosas".
"No se trata de polarizar, no se trata que ante una declaración del señor Presidente de la República, un actor como es el señor Enrique Peña salga de manera apresurada, de manera nerviosa y venga y diga que es una descalificación. No se descalifica a nadie, se describe un hecho y creo que sobre este hecho no debemos ignorar participación del crimen en procesos electorales", manifestó en declaraciones a la prensa en Bucareli.
Aseguró que Calderón Hinojosa gobierna para todos, sin ningún distingo y de manera imparcial.
"La vocación democrática de Felipe Calderón está plenamente acreditada, es un demócrata que inició sus actividades luchando porque en este país existiese el sufragio efectivo. Decía Enrique Peña que para que exista democracia, debe haber demócratas: si alguien tiene casi acta de nacimiento de demócrata es el señor presidente de la República que lo confirmó en los 80 y en los 90, él puede señalar todo lo que luchó para que exista como existe actualmente la división de Poderes, como existe el federalismo y como existen las condiciones actuales de libertades públicas plenas en México".
