Bendición. El obispo bendijo los óleos que se utilizan en los sacramentos.
Ante más de mil 300 feligreses, los sacerdotes renovaron sus votos en la parroquia de San José, durante la misa del Santo Crisma concelebrada por el obispo José Guadalupe Galván Galindo y los curas de la Diócesis.
Durante la institución del sacerdocio, el obispo bendijo los óleos que durante todo el año se usan en los sacramentos del bautismo, orden sacerdotal, y unción de los enfermos.
José Guadalupe Galván Galindo dijo que la Misa Crismal es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo y un signo de la unión estrecha de sus sacerdotes con él. En la homilía, el obispo dijo: "cada año la Misa Crismal es una ocasión preciosa para volver a darle al Señor Jesús un sí pleno e incondicional. A Él que sin mérito de nuestra parte nos eligió y nos llamó. Se trata de renovarle aquel sí que le dimos el día de nuestra ordenación".
Señaló que todos tienen la responsabilidad de fomentar y cuidar las vocaciones sacerdotales. "Exhorto a todos a vivir este Año Jubilar con los mejores deseos de promover las vocaciones sacerdotales con nuevo vigor, convencidos de que esta tarea nos corresponde a todos y no únicamente al Seminario y al Centro Vocacional Diocesano".
Hizo una súplica a todos los sacerdotes para que se sientan solidarios y corresponsables en la búsqueda y promoción de las vocaciones sacerdotales.
El obispo invitó a cada una de las familias cristianas para que como iglesias domésticas, ofrezcan condiciones favorables para el nacimiento de vocaciones al sacerdocio.
Renuevan sus votos