El Congreso de Coahuila aprobó ayer la separación de la gubernatura de Humberto Moreira y, como se anticipaba, nombró como gobernador sustituto a Jorge Torres López, hasta ayer secretario de Desarrollo Social del Estado.
Con 24 votos a favor del PRI, PRD y UDC, y seis votos en contra del PAN, el Congreso local tramitó el relevo en el Poder Ejecutivo estatal en una sesión caracterizada por gritos y recriminaciones entre priistas y panistas.
Mientras los legisladores del PRI defendieron la licencia de Moreira para buscar la presidencia nacional del partido, los panistas cuestionaron la separación "cuando el compromiso pactado no ha sido cumplido", según la diputada Esther Quintana.
Luego de la aprobación de la licencia, el Congreso llamó a Torres López para tomarle la protesta al cargo que ejercerá hasta el 30 de noviembre.
En su mensaje, Torres López aseguró que continuará la obra de Moreira, a quien calificó como "un gobernador que trabajó intensamente en el proyecto de hacer de Coahuila un estado equitativo".
Torres López, de 56 años, ha tenido cargos relacionados con el fomento económico en el Gobierno Estatal de 1994 a 1999 y en el Gobierno de Saltillo como tesorero y contralor.
En 2005 fue nombrado secretario de Finanzas del Estado, cargo que dejó en 2008 para ocupar la alcaldía interina de Saltillo. El año pasado llegó a la Secretaría de Desarrollo Social.
En entrevista tras tomar posesión, Torres López dijo que "no busco superar" la gestión de Moreira "sino dar buenas cuentas del cierre de esta administración".
Por lo pronto, el nuevo gobernador ratificó a varios miembros del Gabinete en funciones.
En su oposición a la licencia de Moreira, los diputados panistas enfatizaron la deuda asumida por el Gobierno Estatal, calculada en 8 mil millones de pesos.
Las intervenciones de los panistas fueron interrumpidas por gritos de activistas del PRI en la sede del Congreso. "Quieren llorar", "aunque les duela", gritaron.
Tras la ceremonia, el titular del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila, Javier Villarreal, rechazó los cuestionamientos panistas y afirmó que las finanzas estatales son sanas. Dijo que la línea de crédito aprobada "no implica que vayamos a aplicarla, es sólo a manera de previsión".