Regreso. El líder yemení asegura que regresará a su país a pesar de las críticas a su gobierno.
El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, anunció ayer que regresará pronto a su país y volvió a criticar con dureza a la oposición, a la que definió como un pequeño grupo de "oportunistas, comerciantes de guerra y cuatreros".
En un mensaje televisado a la nación desde Arabia Saudí, donde se recupera de un atentado sufrido el pasado 3 de junio en Saná, el mandatario reivindicó, asimismo, su legitimidad e insistió en que no está "aferrado al poder".
Sin embargo, reiteró que no entregará el poder salvo a través de elecciones anticipadas y rechazó la formación del consejo interino que sugiere la oposición.
En este sentido, admitió que no se opone a la posibilidad de traspasar el poder al vicepresidente del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, aunque expresó sus dudas sobre que esta opción sirva para acabar con la crisis política que vive el país.
Fue "el pueblo el que me trajo al poder", subrayó Saleh antes de preguntarse si "¿el traspaso del poder ayudará a poner fin a la violencia?".