En lugar de dolor, pareció que la eliminación les provocó alivio.
Los integrantes del San Luis ni siquiera mostraron frustración cuando se oficializó su adiós de la Copa Libertadores de América 2011.
Más exhaustos por el trajín de los constantes viajes a Sudamérica que por el esfuerzo realizado en la cancha del estadio Doctor Nicolás Leoz, tomaron con mesura la derrota frente al Libertad (2-0). En lugar de dolor, pareció que la eliminación les provocó alivio.
Llegaron a la última jornada de la fase grupal con opciones de avanzar a la siguiente ronda. Necesitaban superar al conjunto guaraní y que el Once Caldas se impusiera a la Universidad de San Martín, en Perú.
El equipo colombiano cumplió con su parte, ganó el encuentro (0-2) y recibió como premio el segundo boleto para los octavos de final que repartió el Grupo Uno de la competencia.
Los Gladiadores terminaron últimos del sector, con cinco unidades. Desastrosa actuación para un plantel que cuenta con mínimas posibilidades de avanzar a la Liguilla del torneo local.
Salvador Cabañas y su esposa, María Alonso, asistieron al inmueble para observar el cotejo. La presencia de un club mexicano motivó al ex goleador del América, quien hace algunas semanas se integró a los trabajos del conjunto albinegro, como parte de su rehabilitación por el atentado que sufrió hace poco más de un año.
