El Selectivo Sub 20 de Santos Laguna perdió ayer por marcador global de 3-2 en el partido de vuelta contra el América en la gran final del Torneo Apertura Sub 20. De esta forma las Águilas son tricampeones.
A dos minutos del final, el Selectivo Sub 20 del América consiguió empatar el marcador global y en tiempo de compensación anotó el gol que le dio un triunfo de 3-2 sobre su similar de Santos Laguna en el juego de vuelta de la gran final del Torneo Sub 20 Apertura 2011 de Fuerzas Básicas, coronándose campeón por tercera ocasión consecutiva.
Como se recordará: el equipo filial de los Guerreros había ganado 2-0 en el partido de ida celebrado el jueves en el Estadio Corona con anotaciones de Alonso Escoboza y Mauricio Lozano.
El partido de vuelta se jugó el mediodía de ayer en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. El Selectivo Sub 20 del América tomó desde el inicio el mando de las acciones y se puso adelante en el marcador al minuto 28 en un pase largo a Raúl Jiménez, quien bajó el balón con el pecho y se escapó a velocidad para disparar sobre la salida de Julio González y anotar el 1-0.
En la segunda parte el equipo filial de los Guerreros trató de equilibrar las acciones y estuvo cerca de conseguir el tercer tanto en un disparo de Arnulfo González al minuto 84, pero el guardameta Carlos López desvió el obús.
Ganaba el América 1-0 al minuto 88 y los Guerreros estaban a unos cuantos minutos de coronarse campeones, pero vino un remate de cabeza de Raúl Jiménez y empató el global dos a dos.
Todo parecía indicar que se irían a tiempos extras, pero al minuto 90 el árbitro central del partido Reinhold Ortiz Tienda marcó un manotazo del defensa lagunero Carlos Torres sobre un contrario dentro del área y decretó la pena máxima, expulsando al infractor.
El penal fue ejecutado por Raúl Jiménez, quien disparó a la izquierda del portero Julio José González para poner el marcador definitivo 3-2 a favor del Sub 20 del América.
Fue entonces cuando se registró un conato de bronca, los jugadores de Santos Laguna reclamaban al silbante que el ejecutor del penal se había detenido en el recorrido al balón, pero él no lo consideró así.
Hubo manotazos y reclamos. Debió intervenir la banca de los Guerreros para calmar los ánimos y evitar que las cosas no llegaran a mayores. Fue un final lamentable para un partido que había sido bueno.
