Solamente el cumplimiento obligatorio con el rol regular es lo que mantiene con vida la temporada de Vaqueros Laguna. Totalmente eliminados de la posibilidad de acceder a play off, que era la meta primaria antes del inicio de la campaña (objetivo planteado no sólo por fanáticos, sino también en palabras vivas de la gerencia y de los peloteros), a los naranjas les resta cumplir con las miniseries restantes, donde buscará darle dolores de cabeza a equipos que ya tienen amarrado su boleto, pero a los que un tropiezo les podría echar por la borda su planeación de la postemporada.
El jugar por no ser el último lugar de la Zona Norte, o por ser el menos peor de las escuadras coahuilenses, es un pretexto demasiado barato, para las aspiraciones y las inversiones que hicieron los laguneros en la planeación de la temporada. Jugar "por el orgullo" puede ser un poco más válido, pero el profesionalismo se debe demostrar cada día que se salte al terreno de juego vistiendo un uniforme de club de Liga Mexicana, sobre todo si es el de un club cumplidor y a veces consentidor, como es el caso de Laguna.
Durante una de las transmisiones que hacemos para radio y televisión, comentaba junto a Héctor Pimentel y Fernando Benito cómo estas últimas hojas del calendario de temporada regular servían para que los peloteros dieran el extra e inflaran sus números, con la expectativa de buscar amarrar un contrato para la campaña del año que viene. Eso es algo común en cualquier liga del mundo, y no es exclusivo del Rey de los Deportes. A partir de ahí surgen las preguntas hacia el 2011, es cierto que la continuidad da fortaleza a los equipos, pero la oficina deberá analizar a profundidad cuáles elementos estamparán su firma para 2012.
No se deben permitir más casos de peloteros que vengan con cartel, pero que lleguen para lesionarse, rehabilitarse o hacer pretemporada rumbo a la Liga del Pacífico. Esa mentalidad no puede existir en un club que aspira a ser ganador y que ostenta una deuda tan grande con sus fanáticos, que esos sí son de play off. Y en la oficina debe estar bien presente y calando hondo el hecho de que por segundo año consecutivo Vaqueros ostenta el peor porcentaje de carreras limpias admitidas de forma colectiva, en toda la liga, por lo que la respuesta a ¿cuál es el principal departamento a reforzar? es más que obvia.
Una continuidad es segura: la de Juan Francisco "Chico" Rodríguez, quien tendrá trabajo con los Caballeros Águilas de Mexicali durante el invierno, pero tendrá que estar al pendiente de lo que hagan los chavales de la Rookie que jugarán en la Liga Mayor de Beisbol de La Laguna. Pero salvo casos contados, el resto del roster tendrá que ser analizado a fondo y evaluado para su posible continuidad. Uno de los muchos que están en el límite, es el caso de Julián Figueroa, quien en el inicio de campaña tuvo grandes actuaciones y salió de ser relevista a ser considerado en el puesto de abridor, pero luego de eso comenzó a bajar considerablemente su nivel, hasta el grado de que al final de la campaña, el ponerlo a él en la loma, o poner la máquina lanzadora de las cajas de bateo, daba exactamente lo mismo.
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