Mis queridos compañeros en el andar por la pasión al beisbol, entramos ya en el mes de octubre, siempre mágico, esperado, anhelado por los que tienen en su top de entretenimiento al Rey de los Deportes. Es que simplemente en medio de esos 31 días es cuando se escribe la historia, cuando se forjan las leyendas y los mejores equipos del beisbol de las Mayores nos deleitan con luchas a muerte por llevarse a su ciudad el gallardete de la Serie Mundial, ciertamente mal llamada "mundial", cuando el campeón sale entre equipos de Estados Unidos y de Canadá, que distan mucho de ser el mundo en su totalidad; pero prefiero dejarlo en que es sólo un apelativo, a entrometerme en una discusión sin importancia.
De 30 equipos que iniciaron el camino sólo quedan 8 en competencia, después de 162 juegos de intensidad, de records, de hazañas. Se volvió a demostrar que el dinero no compra resultados, pues hubo inversores millonarios como Boston que quedaron en la orilla, mientras que si hiciéramos un "ranking" de nóminas, veríamos que están clasificadas la número 25 (Arizona) y la 29 (Tampa Bay). Así que paga más el administrar talento que el comprarlo, como lo ha demostrado la película "moneyball", que estamos esperando se estrene en salas de México.
Tenemos en verdad fabulosas series divisionales, quizá la única que se ve un tanto dispareja es la de Filis ante Cardenales, pero para mi gusto que va a ser todo lo contrario, y en realidad esa será la más cerrada, con 2 managers colmilludos, y con parques siempre esplendorosos, repletos a más no poder. En la Americana seguro tendremos muchos batazos, juego espectacular. Todas las series de pronóstico reservado.
Ha sido una lástima que Adrián González no haya podido recolectar al menos un premio individual, pero el beisbol le debe algo al tijuanense, y seguro lo recompensará. Adrián perdió los cetros de average de bateo y carreras impulsadas en el último mes, donde se desplomó al igual que sus Red Sox. Incluso se hace juego de palabras con el apodo de Adrián, el "Titán" ha pasado a ser el "Titanic", en referencia al trasatlántico que se hundió en las aguas del Océano Atlántico en 1912.
Ese buque y los Medias Rojas tienen una historia en particular, y es que su querido estadio, el Fenway Park, fue abierto al público en la misma semana en la que ocurrió la tragedia del Titanic; el barco se hundió el lunes 15 de abril de 1912, y el parque de pelota fue inaugurado esa misma semana, el sábado 20. Curioso que ese fabuloso inmueble, con su monstruo verde, su poste de Pesky, su solitario asiento rojo, haya atestiguado tanto naufragio inverosímil de su equipo, y el hundimiento en la tristeza de los miles de aficionados asistentes. No dejen de asistir a los estadios de la Liga Mayor de Beisbol de La Laguna, ahí nos veremos, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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