Se agudiza represión en Siria; analizan ayuda
Resonaban disparos en las calles y los cadáveres seguían tendidos sobre el pavimento ayer martes en la ciudad del sur de Siria que encabeza la insurrección contra el presidente Bashar Assad, dijeron pobladores, en una señal de que la represión del régimen continuaba sin ceder.
La Naciones Unidas pidieron al gobierno un alto a la represión y están analizando ayuda para ese país.
Por otra parte, un grupo de derechos humanos sirio dijo que las autoridades detuvieron a decenas de personas en todo el país, principalmente en varios suburbios de Damasco y en la ciudad norteña de Jableh.
En la víspera, el ejército sirio con apoyo de tanques y francotiradores atacó Daraa, donde comenzó la insurrección hace más de un mes, y se registraron al menos 11 muertos. El director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdul-Rahman, no tenía una cifra precisa de los arrestados del martes. Dijo que el grupo tenía escasas noticias de Daraa, ya que las autoridades cortaron el servicio de telefonía móvil en la ciudad.
Un poblador de Daraa dijo a The Associated Press el martes que "los cadáveres siguen en las calles porque nadie puede recogerlos".
"Nos están masacrando", chilló el hombre por teléfono mientras en el fondo resonaban disparos. "Están matando niños. Hace tres días que no tenemos electricidad ni agua".
El hombre, que usó un teléfono móvil jordano, dijo que fuerzas especiales sirias recorrían las calles de la ciudad. Añadió que hubo ataques de tanques. La represión incesante desde mediados de marzo ha causado más de 350 muertos en todo el país, 120 el último fin de semana, según grupos de derechos humanos. Pero esto no ha arredrado a los manifestantes que iniciaron su movimiento -alentados por las insurrecciones en el mundo árabe- con pedidos de reformas pero ahora reclaman cada vez más la caída de Assad.
REFUGIADOS
Varios niños libios asisten al colegio del nuevo campo de refugiados de Ramada, al sur de la frontera de Túnez con Libia. Los refugiados llevan más de dos meses sin ningún tipo de seguridad y han improvisado espacios para los niños.
Al menos cuatro manifestantes yemeníes resultaron heridos hoy, uno de ellos grave, por disparos de soldados durante una protesta cerca de la oficina del gobernador de Taiz, 257 kilómetros al suroeste de Saná, según fuentes médicas.
El médico Sadeq al Shugaa, director del hospital de campaña instalado en la plaza Al Horreya de Taiz, explicó que entre las víctimas en encuentra un herido grave a consecuencia de los impactos de bala recibidos en la cabeza.
En la plaza Al Horreya, donde desde hace semanas acampan los opositores, se han congregado unos 3 mil manifestantes rebeldes.
Niegan ataques directos a Gaddafi
La OTAN aseguró que el líder libio, Muammar Gaddafi, no era el objetivo del ataque lanzado contra un edificio del complejo donde reside y subrayó que las bombas aliadas tenían como fin destruir un centro desde el que se organizaban ataques contra la población civil.
"Esto no trata de individuos o de cambiar el régimen, se trata de poner fin a la violencia contra los civiles", explicó en una videoconferencia desde Nápoles (Italia) el teniente general canadiense Charles Bouchard, jefe de la misión en Libia.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) informó que contabilizó 300 civiles muertos y más de mil heridos, sólo en el hospital de la ciudad libia de Misrata, asediada por fuerzas gubernamentales.
Elisabeth Byrs, dijo que 'hasta el momento éstas son las únicas cifras con las que contamos y provienen del mismo hospital de Misurata', aunque precisó que datan del 18 de abril. A pesar de que se desconoce el número exacto de muertos y heridos, agregó Byrs, agencias de la ONU han confirmado muertes de civiles, niños, personal humanitario y médico.