Héctor Guajardo Hernández, identificado por las autoridades como integrante del cártel de los hermanos Arellano Félix, en Baja California, y que fue detenido en mayo pasado, escapó de un hospital privado en la Ciudad de México, donde cumplía un arraigo.
La Procuraduría General de la República (PGR) confirmó la evasión del también colaborador del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, que ocurrió el miércoles pasado, del nosocomio donde fue ingresado derivado de las lesiones sufridas durante su aprehensión.
La procuradora general de la República, Marisela Morales, instruyó, ante los hechos, "que se continúe trabajando no sólo en el combate al crimen organizado, sino también en la depuración del personal de la PGR con el fin de que ésta cuente con servidores públicos honestos y confiables".
Las primeras investigaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada apuntan a que fueron dos agentes federales quienes apoyaron al presunto delincuente en su huida a través de las ventanas del nosocomio.
"En la habitación contigua se encontraban dos agentes más, mismos que están en proceso de investigación", informó la dependencia en un comunicado.
Guajardo Hernández fue detenido por elementos de la Policía Estatal Preventiva en Mexicali, Baja California, luego de un enfrentamiento.
Información de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado vincula a esta persona como jefe de grupo delictivo asociado a Ismael Zambada y Joaquín Guzmán, dedicándose presuntamente a la comisión de delitos como el asesinato y el secuestro.
La PGR había obtenido un arraigo en su contra para investigarlo como presunto responsable de la comisión de los delitos de contra la salud, delincuencia organizada y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
