El éxito. El pianista austriaco Paul Badura-Skoda brilló con Camerata de Coahuila.
El que sabe, tiene estilo. Como lo refirió el mismo pianista austriaco Paul Badura-Skoda, solista invitado al pasado concierto de la Camerata de Coahuila, lo importante de un intérprete es traducir y trasmitir principalmente el estilo de un compositor.
Así lo realizó el maestro Badura-Skoda el pasado viernes, en un concierto donde incluso la misma orquesta facturó un sonido más a Mozart.
Desde que apareció en el escenario, el pianista invitó al público a aplaudir cuando quisieran y quitar la obsoleta tradición de no aplaudir entre movimientos, ya que como dijo en español, la música es para sentirla.
Con una interpretación sobria, el solista demostró por qué es considerado el mejor pianista del mundo en la obra de Mozart, desde la digitación y marcación de acentos, hasta la manera en la que imprimió al piano del Teatro Nazas, una elegante ejecución, alejada de los intérpretes que realizan coreografías al momento de tocar.
Al terminar el "Concierto para piano número 9" , de Mozart, una lluvia de aplausos reconoció de pie el talento del solista invitado, que hizo durar "Alegro" del concierto con un ancore más.
El terminar el concierto y con el eco de los aplausos aún sonando, el maestro Badura-Skoda, se volvió a sentar en el piano y tocó especialmente para los laguneros, un adagio que Mozart escribió para La armónica de cristal, un instrumento que ya desapareció, y que según dijo el pianista, tenía un sonido sublime, del más allá.
Un click inmediato entre una orquesta que tiene a Mozart como invitado frecuente y su mayor conocedor.
El Siglo de Torreón / Érick Sotomayor