Emprendedora. Hace dos meses Marinela Servitje fundó Siete colores. Diseño interactivo, consultoría desde la que impulsará varios museos.
Marinela Servitje estuvo al frente del Papalote Museo del Niño por 18 años, un espacio que fundó en 1993 y que sentó precedentes en la forma de concebir recintos culturales y educativos para el público infantil. Ahora, ella divide sus esfuerzos en dos tareas fundamentales: Compromiso Social por la Calidad de la Educación y la empresa Siete Colores. Diseño Interactivo.
Servitje habla sobre la empresa que fundó hace dos meses, en donde ya prepara una serie de proyectos museísticos en varios estados, así como en el Acuario Nacional, que, de concretarse, sería el más importante del país y para el que calcula se necesitan 200 millones de dólares, pero ella está segura de que podría ser una realidad si la iniciativa privada se une.
Las metas de Marinela son altas. En el terreno de la educación también está convencida que la desigualdad socioeconómica no debe limitar el progreso de los más necesitados, para ello, dice, es indispensable que existan maestros y directores de escuela apasionados por la educación. "Sí se puede cambiar la realidad de los niños", afirma.
→ ¿Por qué dejó la dirección del Papalote?, ¿fue una decisión difícil?
Nunca pensé que me iba a quedar tanto tiempo. El museo siempre me apasionó, pero llegó un momento en que pensé que podía aportar en otros lados y empecé a entrar en las diferentes fundaciones como el Compromiso Social por la Calidad de la Educación y el Instituto de Fomento e Investigación Educativo.
Un día mi papá y mi tío Roberto me preguntaron: ¿Y si te dedicas más a la educación pública y desde la sociedad civil realizas los esfuerzos? Pensé que tenían razón porque la ciudadanía debe buscar alternativas y ellos me convencieron de que dejé huella en el Papalote y que debía seguir.
→ ¿Cuáles fueron los más importantes aprendizajes?
Soy socióloga, no había estado en un puesto con un presupuesto tan grande, 140 millones de pesos anuales sin subsidio del gobierno, de manera que la dirección del Papalote me enseñó a ser más creativa, imaginativa, a recaudar fondos, aprendí a administrar una gran institución, con 500 personas trabajando y un millón de visitantes. Nunca estuve sola, así que lo que más aprendí es que debes acompañarte por los mejores hombres y mujeres.
→ ¿Las lecciones de vida?
México es un país de grandes contrastes, de grandes desigualdades. Todavía hay niños que tienen pocas oportunidades de aprender de una forma diferente. Los que nos encargamos de desarrollar espacios de aprendizaje debemos pensar en que todos tienen el derecho a tener una educación de calidad, estimulante, divertida. En los próximos años me quiero dedicar a que los niños puedan hacer valer esos derechos.
Nos quedó claro que debemos poner a la educación como prioridad pues hay deficiencias fuertes en el acceso. Tenemos que trabajar muchísimo en cómo se mejora la calidad.
Hay muchas recetas, las ha dicho la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos por sus siglas en inglés), hay que cumplir al pie de la letra sus recomendaciones.
También hay ejemplos internacionales, por ejemplo, el programa Teach for America da cinco claves de cómo puedes mejorar la educación, a veces en situaciones adversas.
En nuestro caso, varias veces hemos tomado la prueba ENLACE y al siguiente año vemos que la mejoría es mínima. Desde Compromiso vamos a impulsar cambios de fondo.
→ ¿Qué acciones importantes se han planteado?
En Compromiso hay una mesa muy grande de trabajo, están las autoridades educativas, los legisladores, organismos empresariales, investigadores, académicos, asociaciones de padres de familia, el SNTE, las ONG más importantes. ¿Qué decisión hemos tomado? Que vamos a poner a Compromiso en en los estados de la República. Nos estamos dedicando a hacer capítulos de Compromiso para llevarlos.
Ya fuimos a Yucatán, Sinaloa, Durango, Puebla, estamos comenzando en el DF, en Sonora, Michoacán, Chihuahua. Este modelo lo tomamos de Brasil, en donde hay un movimiento social llamado Todos por la Educación; nos dijeron los empresarios de allá que si no lo llevábamos a nivel estatal y municipal no iba a funcionar.
→ ¿Cuál es la perspectiva que tiene a largo plazo?
Con metas estatales se puede ir cambiando la situación porque vamos a tener actores sociales empujando esto hasta el nivel municipal, así es como se cambian las cosas. Concientizando a los padres de familia de que las cosas deben ser mejores, porque a veces sus hijos tienen 8 de calificación, pero a la hora de que las cruzas con la prueba ENLACE a lo mejor es un 6 o un 5. Los papás no tienen la realidad en sus manos, un 70 por ciento de ellos nunca vio los resultados de la prueba ENLACE.
→ Siete colores, ¿cómo nace?, ¿qué proyectos tiene?
Se funda porque nos fascina hacer museos, parques y acuarios. Estamos convencidos de la necesidad de espacios de convivencia. En Papalote se generó un talento impresionante de diseñadores, gráficos industriales, carpinteros, electricistas, convencidos de que podemos en México hacer los mejores museos. Liquidamos a 33 personas que hacían museos, que estaban en la parte de diseño, y decidimos hacer una empresa y seguir trabajándole al Papalote. Nosotros estamos haciendo el Papalote Verde en Monterrey, seguimos haciendo museos y trabajando a Papalote a costo, no vamos a ganar ni un peso.
Trabajamos en Museo El Trompo en Tijuana, en La Rodadora en Ciudad Juárez, con un patronato privado, ya está construido y será El Museo de la Vida, un proyectazo que se podrá inaugurar en 8 meses, tiene 14 mil metros cuadrados, está increíble y se aborda la potencialidad que tiene la vida natural y social de la ciudad. En Chihuahua estamos en el Museo La Semilla, haciendo el cine en tercera dimensión.
→ ¿Qué hay sobre el Acuario Nacional?
Nosotros tenemos todo el proyecto del Acuario Nacional y se lo vamos a presentar a los candidatos (a la Presidencia). Está todo el proyecto listo, se necesitan recursos públicos y privados, y se pondría en el Parque Bicentenario en Azcapotzalco, en donde nosotros colaboramos. Es un proyecto con todos los ecosistemas marinos de México, se necesitan como 200 millones de dólares, pero se puede hacer con un proyecto público privado. Ya nada más se necesitan financiar, ojalá que los que vengan terminen el Parque Bicentenario, los habitantes de la ciudad se merecen que se concluya como estaba programado.