Los ataques aéreos internacionales obligaron el miércoles a las fuerzas de Moamar Gadafi a retirar los tanques que estaban sitiando una ciudad occidental en manos de los rebeldes, dijeron los residentes. Simultáneamente, los pobladores que huyen de una ciudad estratégica en el este informaron que la situación se estaba deteriorando en medio de un cañoneo implacable.
Mientras tanto, diplomáticos occidentales dijeron que se estaba llegando a un acuerdo de que la OTAN asumirá la responsabilidad de hacer cumplir una zona de exclusión de vuelos sobre Libia después que Estados Unidos, que de hecho ha comandado la operación hasta ahora, reiteró que quería la transición.
Buques de la OTAN se aprestaban a empezar a patrullar las costas libias el miércoles para hacer cumplir el embargo de armas dispuesto por Naciones Unidas.
La coalición internacional continuó sus ataques aéreos y patrullas para mantener la veda de vuelos y proteger a los civiles libios el miércoles por la mañana.
El almirante estadounidense Samuel Locklear dijo el martes que la coalición analizaba "todas las opciones" en reacción a informes de inteligencia según los cuales los soldados atacaban a civiles en la ciudad de Misrata, a 200 kilómetros (125 millas) al sudeste de Trípoli.
Un médico en Misrata dijo que los tanques dispararon poco después que comenzaron los ataques aéreos a la medianoche, dando a la ciudad un respiro después de más de una semana de bloqueo y ataques. A la ciudad no pueden llegar periodistas ni observadores de los derechos humanos.
El médico dijo que "hubo explosiones muy intensas" y agregó que por primera vez en una semana abrieron las panaderías. El doctor, que no quiso dar su nombre por temor a represalias si las fuerzas de Gadafi se apoderan de la ciudad, agregó que la situación era mejor pero todavía peligrosa ya que tiradores de Gadafi disparaban a la gente desde los techos.
El médico reportó que algunos de los tanques de Gadafi fueron alcanzados por los ataques aéreos y otros huyeron. El retiro de los tanques de Misrata fue un inusual episodio victorioso para los rebeldes.