Estadísticas. Nueve de cada 10 crímenes en ambas entidades no son reportados.
Los bajos índices de violencia que presumen los gobiernos del Distrito Federal y el Estado de México se han logrado no por la eficacia de las instituciones de procuración de justicia, sino por el rápido deterioro en seguridad que sufren otros estados.
Tan sólo el año pasado la tasa de homicidios en la Ciudad de México fue de apenas la mitad de la media nacional y mucho más baja que en muchas de las principales urbes de Estados Unidos, según el semanario británico The Economist.
Pero, de acuerdo con la publicación, la realidad no es tan optimista como lo hacen parecer.
"El DF en efecto bajó en índices de homicidios (en México), pero sólo porque otros lugares se han deteriorado muy rápido. De hecho el año pasado hubo 25% más asesinatos que en 2006, cuando inició la administración de Marcelo Ebrard".
En cuanto a lo que ocurre en el Estado de México, señala: "Una revisión estadística del gobierno de Peña Nieto en 2007 mostró que la tasa de homicidios cayó un 59%, pero miles de muertes fueron mal clasificadas".
Nueve de cada 10 crímenes en ambas entidades no son reportados.
"Mientras en 2007 hubo más asesinatos vinculados al narcotráfico en el DF que en el Edomex, el año pasado el territorio gobernado por Peña Nieto registró tres veces más este tipo de crímenes en comparación con la entidad de Ebrard".
Y sigue: "Barrios similares parecen ser mejores en el DF: Iztapalapa, con 1.8 millones de personas, tuvo menos de la mitad de muertes ligadas al crimen organizado de las registradas el año pasado en Nezahualcóyotl, municipio con similar poder adquisitivo y 1.1 millones de habitantes".
El análisis de The Economist agrega que las fiscalías de las dos entidades son de las más propensas a recibir sobornos en el país.