El Senado de EU aprobó, con 74 votos a favor y 26 en contra, el acuerdo que recortará el gasto del Gobierno y subirá su límite de endeudamiento. (EFE)
El Senado de Estados Unidos cerró este martes con una votación de 74 votos a favor y 26 en contra una de las peores crisis abiertas en su historia moderna por el control del déficit y el techo de su deuda.
El voto positivo del Senado ha colocado a la iniciativa de control presupuestario 2011 en la antesala de su promulgación en ley para evitar así que la primera potencia del mundo se declare por primera vez en suspensión de pagos.
Tras el voto a favor en la Cámara de Representantes y en el Senado, se espera que en el curso de las próximas horas, el presidente Barack Obama la firmará para promulgarla y convertirla en ley antes de la medianoche de éste martes.
Se espera que, en los próximos minutos, el presidente Obama se dirija a la nación para cerrar la crisis y tratar de transmitir confianza a los ciudadanos y a los mercados.
Poco antes de someterla a votación, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, reconoció que aunque "este acuerdo no es perfecto" es necesario para evitar una crisis de suspensión de pagos, en un intento por acallar las voces de rabia y protesta en el seno del partido demócrata que han votado tapándose la nariz, mientras mascullaban que el presidente Obama ha cedido demasiado al sector más conservador del partido republicano.
En este sentido, Reid señaló que el papel que ha jugado el movimiento del Tea Party ha sido no sólo desconcertante, sino muy injusto con el pueblo estadounidense. Además, insistió en la necesidad de proseguir el debate en torno a la posibilidad de poner fin a las exenciones fiscales de la era Bush para que los más ricos y las grandes corporaciones aporten a la sociedad una carga fiscal más equitativa.
A su vez, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, advirtió que "esta iniciativa no resolverá el problema. Pero ha obligado a Washington a reconocer que tiene un problema severo", dijo al añadir que gracias el partido republicano la nación ha cambiado el curso del debate en torno al déficit presupuestario.
La iniciativa aprobada por el Congreso contempla recortes por un total de 2.4 billones de dólares en la próxima década. Los cortes se producirán en dos etapas, al mismo tiempo que se eleva el techo de la deuda.
En una primera fase, se recortan 917 mil millones de dólares y se eleva otro tanto el techo de la deuda para que el gobierno pueda hacer frente a sus responsabilidades.
De forma paralela, se creará una comisión legislativa conformada por seis demócratas y seis republicanos que tendrá amplios poderes para recomendar la segunda fase de recortes por un total de 1.5 billones de dólares.
El pacto acordado entre la Casa Blanca y el liderazgo republicano contempla candados para que, en caso de que el Congreso rechace estas recomendaciones, se apliquen automáticamente recortes de gastos por un total de 1.2 billones de dólares que afectarían por igual a gastos de defensa y programas sociales.
Esta serie de candados se convertirán en el mejor aliciente para que, tanto demócratas como republicanos, mantengan el compromiso de alcanzar los acuerdos pactados para superar una de las peores crisis en la historia moderna.