A pesar de contar con la más al tecnología, los senadores tuvieron que repetir la vieja práctica de votar uno por uno y de viva voz, pues el sistema electrónico falló. (Notimex)
El nuevo edificio del Senado de la República, que costó 2 mil 563 millones de pesos, resultó poco funcional para el trabajo legislativo de este día.
Y a pesar de contar con la más alta tecnología, los senadores tuvieron que repetir la vieja práctica de votar uno por uno y de viva voz, pues el sistema electrónico falló.
Todo empezó cuando el coordinador del PT, Ricardo Monreal, denunció un "fraude" en la votación de la Ley de desarrollo social de caña de azúcar.
De inmediato, el presidente de la Mesa Directiva en turno, Ricardo Cervantes García (PAN), dijo que él no permitiría que se pusiera en tela de juicio el trabajo de los senadores en este recinto.
Al ordenar que se repitiera la votación, le informaron que efectivamente el sistema electrónico no funcionaba correctamente. Por lo que ordenó que cada senador desde su lugar se levantara y manifestara su voto, tal como lo hacían los legisladores en 1970.
Además, una vez que concluyó la sesión, los legisladores programaron reuniones de trabajo en Torre Caballito y Donceles 14.
Y es que nunca les proporcionaron un croquis que les permitiera ubicar salas de trabajo o sus oficinas.