EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Sensatez y equilibrio, virtudes necesarias

JULIO FAESLER

Hay que saber tener equilibrio mental en el ambiente electrizado de informaciones políticas y económicas tan contradictorias. La obsesión por la campaña presidencial de 2012 que ya arrancó con las próximas elecciones en el icónico Estado de México, ha lanzado a la ciudadanía un remolino de confusión que los partidos solos han creado.

Tras de una larga lucha cívica que se intensificó hace ya más veinte años, se montaron las instituciones para aplicar los principios de la democracia. La democracia electoral la tenemos. Tras de siete décadas de monopolio del poder, nuestro voto es contado y cuenta como factor determinante. Tenemos que utilizarlo firme y sensatamente.

Como respuesta a la marginación a la que los partidos han orillado a la ciudadanía, la decisión que corresponde es cerrar los oídos a la ruidosa propaganda de los profesionales de la política para evaluar con toda calma y objetividad los méritos que puedan tener los candidatos, especialmente para los niveles más operativos de gobierno, no como miembros de partidos sino en cuanto a sus antecedentes y experiencia personales. Si usamos así nuestro poder real en las urnas habrá manera de exigir que los funcionarios y legisladores electos, cumplan su responsabilidad.

La turbulencia de información es semejante a la que se nos presenta en el área política. Llueven datos contradictorios y confusos. Ni para el trabajador, campesino, empleado o empresario, estudiante, ni para nadie, es fácil saber si el país está mejorando o por el contrario somos presa de nuestras propias deficiencias o bien de los asedios de la globalización.

Por una parte están los datos que nos hablan del alto índice de desocupación y de la cantidad de jóvenes que ni estudian ni trabajan y por otra parte, los índices internacionales que otros países como Estados Unidos o Europa muestran en términos de desocupación a veces lo doble o más que la nuestra.

Nuestras exportaciones se encuentran a niveles récord aportando el 30 ó más por ciento del PIB. El vasto recurso humano que tenemos reforzado por el llamado "bono demográfico" nos da potencial para dinamizar cadenas productivas y seguir apoyando Pymes con fuertes compras de gobierno.

El censo de 2010 organizado por el Inegi pone orden en la evaluación realista de las condiciones en que se encuentra el país. Los datos sociales responden a la pregunta de si estamos mejor o peor que antes.

El saldo neto es positivo. Las viviendas populares son mejores que hace diez años; están mejor construidas y, gracias a un mejor poder de compra, están mejor dotadas de servicios sanitarios, electricidad, de cocina y comunicación. La escolaridad primaria y secundaria, pese a sus severas limitaciones en calidad, es más extendida que antes.

Sin duda se han privilegiado los aspectos macroeconómicos del desarrollo nacional y precisamente por ello el freno a la inflación, tarea del banco central, ha logrado índices de alrededor de 4 o 5% anual que no ha ahogado el crecimiento de la actividad industrial.

Lo más importante es que los salarios reales se han sostenido. Falta absorber el crecimiento demográfico de alrededor de 1.2% por lo que con un esfuerzo productivo adicional lograremos un crecimiento del PIB del un 6% para tener un avance neto. Nuestros empresarios que son los que crean la producción física que da la musculatura económica al país y los empleos resultantes y a ellos corresponde tal tarea mediante una coordinación efectiva con las autoridades y los sindicatos.

El tono del país es de progreso paso a paso. Hay paralelo con el escenario político. Más que dedicarle tanto tiempo a leer y escuchar la tormenta de las campañas electorales y, más que entretenerse escuchando versiones contradictorias de la situación actual y futura de la economía, lo que hay que hacer es aplicar un mínimo de pragmatismo. Hay que participar personalmente en la política para exigir y vigilar que nuestro voto razonado sea respetado por los ganadores precisamente después de los comicios.

En lo económico, hay que emprender con decisión y de frente, como lo hacen los muchos extranjeros que vienen a invertir a México, nuevas actividades agrícolas, agroindustriales y manufactureras empleando gente y produciendo artículos que, nos consta, hay demanda dentro y fuera el país.

En la turbulencia política y económica actual hay que mantener la cabeza fría y equilibrada y reafirmar con pragmatismo una sensata confianza en nosotros mismos y en los muchos mexicanos que nos acompañan en esta fascinante etapa que vivimos y compartimos.

Cuando surgen hechos que pretenden descarrilar nuestro esfuerzo hay que pensar en los muchos países cuyos habitantes hoy se están enfrentando a situaciones mucho más retadoras y trágicas que las nuestras, pero que no dejan de luchar por vencerlas.

Juliofelipefaesler@yahoo.com

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 613365

elsiglo.mx