Pese a que se han sufrido temporadas de estiaje con periodos más prolongados sin lluvias -como la 2007-2008- la sequía que se avecina podría ser la más cruda de los últimos 88 años en Durango.
Y es que transcurrieron el otoño, el invierno y parte de la primavera sin que Durango tuviera una sola gota de lluvia; hace ya 200 días que se registró la última precipitación pluvial considerable.
La última lluvia relevante de la que se tiene registro en la Dirección Local del Servicio Meteorológico, explicó el meteorólogo Florencio Rodríguez Loera, data del 28 de septiembre del 2010; es decir, hace más de medio año.
Además, las condiciones para que llueva son prácticamente nulas.
Según los registros históricos de la dirección local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre 1923 y 2011 se ubican siete periodos con prolongada escasez de precipitaciones en el estado. El más reciente es el lapso del 7 de octubre del 2007 al 5 de junio del 2008, cuando se alcanzaron 239 días sin lluvias.
Rodríguez Loera explica que la situación en el periodo 2010-2011 es más crítica que ésa, pues a pesar de que en ese lapso fueron más días de estiaje, éste se concentró principalmente en la capital y cuando menos, lloviznas en el medio rural.
En los últimos seis meses y medio, apenas si se acumulan 1.2 milímetros de lluvia, con una sequía que lastima a todo el territorio estatal.
Si bien el cielo de la capital duranguense registra ligeros nublados, la influencia del sistema anticiclón desintegra cualquier posibilidad de lluvia.