Christian Giménez. (ARCHIVO)
Christian Giménez se familiarizó con la presión desde la adolescencia, cuando era un prospecto más en la inagotable cantera del Boca Juniors.
Ahí aprendió a vivir en el ojo del huracán, con la exigencia de una afición para la que no dar la vuelta olímpica siempre será sinónimo de fracaso.
Tres lustros después, la historia es prácticamente la misma. Eso explica su incesante lucha en pos de darle un campeonato al Cruz Azul.
Está consciente del entorno celeste y su presión, y no sólo se dice preparado para lidiar con ello... Lo disfruta. “Hoy, lo que más me vuelve loco es ser campeón con Cruz Azul. ¡No sabes! En verdad, sería lo máximo, lo más importante de todo”, confiesa el atacante argentino.