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Ser John Cusack

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De manera paralela a su meteórica carrera en la pantalla grande, Cusack dio continuidad a su pasión por el teatro y fundó el grupo The New Criminals.

De manera paralela a su meteórica carrera en la pantalla grande, Cusack dio continuidad a su pasión por el teatro y fundó el grupo The New Criminals.

Fernando Ramírez Guzmán

Actor de contrastes que ha preferido forjar una filmografía selectiva y de sana distancia ante la fama y la popularidad, John Cusack representa el espíritu creativo y de compromiso artístico tan escaso en Hollywood en estos días.

Fui una estrella adolescente, algo suficientemente asqueroso. Además, la fama es lo peor que le puede pasar a un actor.

John Cusack

Ha incursionado con naturalidad y oficio en casi todos los géneros cinematográficos, imprimiendo su particular sello en los roles por él interpretados. Desde sus épocas infantiles de educación primaria, John Paul Cusack, abrazó la carrera actoral. A los ocho años se convirtió en miembro del Chicago’s Piven Theatre Workshop en donde apareció con regularidad en diferentes montajes.

Nació en el seno de una familia de inspiración artística. Su padre Dick Cusack, además de actor es director de documentales, mientras que sus hermanos Joan, Bill, Ann y Susie son también actores miembros de la compañía teatral antes mencionada.

Luego de desenvolverse en el mundo de la publicidad, prestando su voz para algunos comerciales, John recibió su primera oportunidad para trabajar en el séptimo arte en la comedia romántica Class (Lewis John Carlino, 1983) junto a Jacqueline Bisset. Un año después su breve aparición en el filme Se busca novio (Sixteen Candles, John Hughes, 1984), en donde alternó con dos iconos de la cultura adolescente norteamericana de los ochenta, Molly Ringwald y Anthony Michael Hall, lo colocó en el reflector junto a otros actores y actrices de su generación que se convertirían en celebridades del cine juvenil.

Tras incursionar en el género de drama en la prescindible cinta Grandview, U.S.A. (1984, Randal Kleiser) obtuvo su primer protagónico en la comedia romántica Juegos de amor en la universidad (The Sure Thing, Rob Reiner, 1985) por la que se consolidó como un integrante del denominado Brat Pack, generación de estrellas juveniles entre las que sobresalieron además de Ringwald y Hall, Emilio Estevez, Charlie Sheen y Demi Moore.

En 1989, con Un gran amor (Say Anything, 1989), ópera prima de Cameron Crowe, el actor nacido en Evanston, Illinois, consiguió su papel más importante. En ese mismo año viajó a Durango, México, para tomar parte en el drama bélico de corte biográfico Creadores de sombras (Fat Man and Little Boy, Roland Joffé, 1989) en donde da vida a un físico de la Universidad de Chicago que participa en la elaboración de las bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki.

MADUREZ

La década de los noventa marcó un periodo de transición y madurez actoral para Cusack. En 1990 y de la mano de Stephen Frears se sumergió en una interpretación de mayor hondura dramática con Los timadores (The Grifters). Woody Allen se convence de su calidad histriónica de y lo dirige en Sombras y niebla (Shadows and Fog, 1991), en donde su nivel dramático le permitió destacar entre un reparto numeroso y de gran calidad. Mientras que en Balas sobre Nueva York (Bullets Over Broadway, Woody Allen, 1994) confirmó su categoría como actor de carácter.

De manera paralela a su meteórica carrera en la pantalla grande, Cusack dio continuidad a su pasión por el teatro y fundó el grupo The New Criminals, con el cual montó no pocas puestas en escena.

En 1994, el nacido el 28 de junio de 1966 se integró a la comedia Cuerpos Perfectos (The Road to Wellville, Alan Parker), sátira sobre el culto al cuerpo y la obsesión por la salud. Dos años después intervino en el thriller La sombra de la corrupción (City Hall, Harold Becker, 1996) al lado de Al Pacino y Bridget Fonda, en donde recrea a un abogado idealista que investiga malos manejos en la alcaldía de Nueva York.

Con Riesgo en el aire (Con Air, Simon West, 1997) Cusack obtuvo el reconocimiento a gran escala, gracias al éxito taquillero de verano que tuvo la película de acción. Ese mismo año escribió, produjo y actuó en Grosse Pointe Blank (George Armitage, 1997), comedia de corte criminal con Minnie Driver y Alan Arkin.

EL FUTURO NO ESTÁ ESCRITO

John continuó dando muestras de su capacidad histriónica en Media noche en el jardín del bien y del mal (Midnight in the Garden of Good and Evil, Clint Eastwood, 1999), bizarro drama policiaco con gran réplica actoral de Kevin Spacey. Por otro lado, en ¿Quieres ser John Malcovich? (Being John Malcovich, Spike Jonze, 1999), su interpretación de un frustrado titiritero que cree haber encontrado la puerta que da directamente a la mente de John Malcovich le valió una nominación a mejor actor de parte del Sindicato de Actores.

En Alta fidelidad (High Fidelity, Stephen Frears, 2000) actuó, adaptó y produjo la novela homónima de Nick Horby y fue nominado al Globo de Oro como mejor actor de comedia y al BAFTA por mejor guión adaptado. Además la película fue un proyecto de New Crime, su compañía.

Acérrimo fan del equipo de béisbol Chicago Cubs y del grupo The Clash, John Cusack, participó de manera entusiasta dando su testimonio en el documental sobre quien fuera el líder de la popular banda de punk inglesa en Joe Strummer: Vida y muerte de un cantante (Joe Strummer: The Future is Unwritten, Julien Temple, 2007).

Su prolífica filmografía continuó abultándose en la última década, alternando comedias románticas como La pareja del año (America’s Sweethearts, Joe Roth, 2001) y Señales de amor (Serendipity, Peter Chelsom, 2002), drama histórico en Max (Menno Meyjes, 2002), suspenso en Identidad (Identity, James Mangold, 2003), intriga policiaca en Tribunal en fuga (Runaway Jury, Gary Fleder, 2003), terror con 1408 (Mikael Halfstrom, 2007), cintas de corte independiente como Nadie te quiere más que yo(Martian Child, Menno Meyjes, 2007) y Una muerte inesperada (Grace is Gone, James C. Strouse, 2007), y hasta el taquillero filme de catástrofe 2012 (Roland Emmerich, 2009), películas todas en las cuales John ha puesto su aptitud interpretativa y su carácter en beneficio de un resultado final más que notable.

Hoy en día Cusack tiene ocasión para dar rienda suelta a su compromiso e interés en temas de actualidad a través de su blog político en el periódico en línea The Huffington Post, que goza de gran audiencia.

Su incontrovertible talento y disciplina escénica, su vocación actoral fuera de toda duda, y la paciente y selectiva filmografía que ha construido a lo largo de tres décadas, lo convierten en uno de los actores más interesantes de la actualidad.

Correo-e: ladoscuro73@yahoo.com.mx

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