SueÑo. Quiere ser la mejor policía y madre.
A Sofía le da más miedo ser madre que policía. Estar en una balacera no le provoca tanta angustia como no tener dinero para darles lo necesario a sus hijos. Desde hace tres años, trabaja en la Dirección de Seguridad Pública y como toda buena mamá sus horas libres las dedica al quehacer de la casa y al cuidado de los niños.
Aspiración
Apenas tiene 24 años y sueña no sólo con convertirse en la mejor policía de la corporación, sino también con ser la mejor madre para darles a sus hijos un futuro prometedor. Sofía nunca había tenido un empleo pero cuando se separó de su esposo y se vio al cuidado de tres hijos, decidió convertirse en policía municipal.
"Sí me gusta mi trabajo pero más que nada ingresé a la corporación porque yo sola me hago cargo de mantener a mis niños", explica.
Cuando tomó la decisión de ingresar a la Policía Preventiva, su familia la apoyó en todo momento.
"Cada vez que salgo a trabajar siempre pienso en regresar a mi casa con vida. Es importante mantener una actitud positiva, incluso yo misma me doy la bendición".
En un día normal como policía, Sofía entra a trabajar a las seis de la mañana y sale 24 horas después. En la corporación se entrena para ser la mejor agente y aunque aún no ha herido a ningún delincuente, dice que no dudará en disparar si la vida de sus compañeros o la de ella está en peligro.
Cada peso que Sofía gana es sólo para sus hijos. Ella nunca piensa en comprarse ropa o zapatos caros.
"Jamás despilfarro el dinero en mí porque me gusta traerlos bien vestidos. Quiero que sean buenos niños para que se conviertan en personas de provecho. Para mí es más difícil ser madre que policía".
