De promoción. El actor de Hollywood estuvo en la Madre Patria promocionando un perfume del cual es imagen.
Madrid. Esp.- El británico Orlando Bloom, ídolo de adolescentes gracias a sus apariciones en El Señor de los Anillos y Piratas del Caribe, se siente más atractivo que nunca desde que ha sentado la cabeza con la modelo Miranda Kerr y su hijo recién nacido Flynn: “Ser padre te hace más sexy”, asegura el actor.
“Al tener un hijo la seducción no desaparece. Tener un hijo me ha centrado en la dirección correcta, porque las cosas pequeñas han perdido importancia. Es el papel más desafiante que he hecho hasta la fecha y me siento bendecido”, explica este actor que, aunque no quería hablar de su vida personal, no ha podido evitar transmitir su entusiasmo de padre primerizo.
A sus 34 años, Bloom dilata todavía su calidad de ídolo juvenil y prepara ya dos papeles para arrasar: el de duque de Buckingham en la nueva versión de Los Tres Mosqueteros “un personaje distinto, que no llega a ser villano pero sí es como un niño grande”, dice, y su vuelta al mundo élfico en El Hobbit, película de la que no dice ni palabra. “No me dejan”, se justifica.
Bloom reconoce que quiso ser actor para vivir distintas vidas y adoptar diferentes imágenes: saltó a la fama con el rubio platino de Légolas de El Señor de los Anillos, luego se afilió al look “dirty-chic” del barco pirata de Jack Sparrow y ahora se prepara para la Francia absolutista de Los Tres Mosqueteros.
Orlando Bloom señaló que “No me considero parte de Hollywood. Me gusta trabajar en películas y he tenido experiencias fantásticas allí, pero eso es todo”.
Después de conocer España en profundidad al rodar Kingdom of Heaven en Sevilla y Loarre (Huesca) en 2004, hoy ha pasado por Madrid para descubrir lo que no se puede adivinar a través de la pantalla: su olor. Y así, vincula su estilo libre, abierto y desenfadado a la fragancia Boss Orange de Hugo Boss.