Serrano, el hombre fuerte con el arco

Es un ejercicio meticuloso. Toma aire. Aguanta la respiración. Estira la cuerda que impulsará la flecha. Apunta. La tribuna guarda silencio. Juan René Serrano baja el arco. No hay margen de error. Necesita acercarse al centro del blanco para asegurar el pase a semifinales, con un angustioso 6-4 frente al brasileño Xavier Daniel Rezende.

Aspira nuevamente. Repite el proceso. Pero, de nuevo, baja el arco. El tercer intento es la misma historia. En la grada también se contiene la respiración. Es hasta la cuarta tentativa cuando la flecha sale disparada. El centro. Ovación inmediata. El abanderado nacional está en semifinales del tiro con arco en los Juegos Panamericanos.

Llegar ahí ha sido complicado. Más de lo esperado. Las rondas previas se resolvieron con relativa facilidad: 6-0 al ecuatoriano Martín Lazo, en dieciseisavos, y 6-2 al brasileño Luiz Gustavo Trainini, en octavos.

Cuando Juan René se acerca a la línea de tiro para comenzar los cuartos de final, frente a Rezende, el "¡México, México!" explota como si se tratara de un grito de batalla. Los tapatíos se entregan al ídolo local.

El arquero mexicano, cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, responde levantando la mano, antes de tomar el arco. Arranca perdiendo. El 0-2 genera nerviosismo. En la tribuna, apenas se percibe un murmullo.

Hay presión. Juan René respira profundo antes de lanzar cada flecha. Mejora su puntería para remontar. Pero el 4-2 se esfuma pronto. Rezende iguala. La angustia crece. En la última tanda de lanzamientos, el brasileño falla. Su flecha va a zona roja, alejada del centro.

Serrano tiene en las manos el boleto. Titubea tres veces. En el cuarto intento, dispara al centro. La tribuna enloquece por el tapatío, único sobreviviente de la legión mexicana.