Chabelo y Pepito detectives, 1973.
A pesar de ser un personaje preponderantemente televisivo, el carismático Chabelo, “amigo de todos los niños”, tuvo la oportunidad de mostrar su talento en el cine, donde su gracia y naturalidad aunadas a su facilidad de improvisación le permitieron dejar plasmado un invaluable legado para la nostalgia.
Por: Francisco Xavier López Rodríguez, originario de León Guanajuato (donde nació el 17 de febrero de 1935), era un entusiasta estudiante de Medicina al tiempo que trabajaba como asistente de producción en Televicentro, lo que hoy es Televisa, en los programas patrocinados por la marca Colgate. En 1953 el hoy también director de cámaras participó en la teleserie que dirigía el cómico Arturo Manrique (conocido en el medio como el Panzón Panseco), interpretando a un vendedor de dulces que se escondía debajo del podio del juez durante un juicio. Posteriormente Panseco debió regresar a la radio y Xavier se convirtió en ayudante del locutor Ramiro Gamboa, el célebre Tío Gamboín, en las emisiones musicales Carrousel y Variedades de mediodía.
Al lado de Gamboa trabajó en el programa de variedades Tele Revista. Un día al ausentarse un actor del foro, Gamboa decidió echar mano de López (quien tenía facilidad para imitar voces) y le pidió interpretar a un niño que en el libreto se llamaba Chabelo. Fue así que por vez primera utilizó el nombre que lo haría tan popular entre el público, sobre todo el infantil.
Varios de los chascarrillos, parodias y rutinas que aparecieron en dicha serie servirían como la base para realizar tres largometrajes: Chistelandia, Nueva Chistelandia y ¡Vuelve Chistelandia!, todas de 1958 y dirigidas por Manuel Barbachano, Carlos Velo, Jomi García Ascot y Fernando Marcos. En ellas el guanajuatense compartió créditos con Gamboa, Pancho Córdova, Fernando Espejo y Carlos Robles. Serían de las primeras apariciones de Chabelo en la pantalla grande. Aunque un año antes ya había incursionado en el medio como parte del elenco de la película Viaje a la Luna (Fernando Cortés, 1957). El argumento de Fernando Galiana fue apenas un pretexto, una guía para que en torno a ella los talentosos intérpretes improvisaran y dieran rienda suelta a su creatividad en beneficio de una cinta en la cual reinó la libertad para pronunciar diálogos ingeniosos y chispeantes, y realizar gags realmente efectivos. Alfonso Arau, Sergio Corona, Vitola, Viruta, Capulina, Tin Tan, El Loco Valdés, Chabelo y Ramiro Gamboa, se confabularon para dar forma a una hilarante muestra de genuina comicidad en el cine.
López participó junto a Cantinflas en El extra (Miguel M. Delgado, 1962), producción que dista mucho de ser de lo mejor del gran mimo mexicano; sin embargo Chabelo dejó una grata impresión en la única escena donde apareció en la edición final. A propósito de dicho filme, en una entrevista publicada por La Razón, el emblemático anfitrión televisivo recordó: Me entregaron el guión y me presentaron a Mario Moreno. A las sonrisas que surgieron entre el señor y el director Miguel Delgado no les tomé importancia. [...] Tuve mi llamado. Ya personificado me presento ante él, pero de lo que había leído en el diálogo, nada estaba. [...] Cantinflas me da una bofetada y dice: “No llore; no llore”. Regreso la cachetada, respondo: “No lloro; no lloro”. Se escuchó un: “¡Corteee! ¡Quedóooo!”. [...] La felicitación por seguir el diálogo con el señor Moreno se acompañó de un regaño del director: “Todo quedó muy bien, pero te pido que no vuelvas a tocar al señor, por favor”, me dijo don Miguel Delgado. Situación que tranquilizó Cantinflas.
GARABATO COLORADO
Chabelo obtuvo pequeños papeles en la inane farsa musical ¡Buenas noches, año nuevo! (Julián Soler, 1964) con Silvia Pinal y Ricardo Montalbán; en las comedias rancheras Escuela para solteras (Miguel Zacarías, 1964) y Los dos rivales (Miguel Zacarías, 1965) con Luis Aguilar y Antonio Aguilar, resueltas con buen ritmo por su veterano realizador; Los reyes del volante (Miguel Morayta, 1964), con Viruta y Capulina; la confusa y barroca Autopsia de un fantasma (Ismael Rodríguez, 1966) pretendida comedia de vanguardia con Basil Rathbone y John Carradine; la divertida extensión del programa Los Polivoces al celuloide, El aviso inoportuno (Rafael Baledón, 1968); la rutinaria comedia para el lucimiento de las gemelas españolas Pili y Mili La princesa hippie (Miguel Morayta, 1968), que por la participación de Chabelo y de Roberto Gómez Bolaños consigue momentos interesantes; en la muy torpe y francamente aburrida Bang bang... al hoyo (René Cardona, Jr. 1970), con Enrique Guzmán y César Costa; y en La criada bien criada (Fernando Cortés, 1970), versión cinematográfica de la antológica serie de televisión protagonizada por María Victoria.
En 1971 consiguió un rol estelar en la cinta Pepito y la lámpara maravillosa (Alejandro Galindo) compartiendo créditos con el niño Martín Ramos. En este filme de aventuras el también intérprete de El reino del revés, dio vida a un alocado genio que lo mismo se disfraza de jugador del América o de hippie que de astronauta, con tal de cumplir con los deseos de su pequeño amo. Al resultado final le incomoda -y bastante- el tratamiento del guión en donde de manera más que evidente se menosprecia la inteligencia infantil y se emplea un discurso que pretende ser pedagógico y represor; varios de los diálogos no resisten el paso del tiempo y se escuchan bastante anticuados.
Dos años después la compañía Alameda Films de Alfredo Ripstein encargó a los debutantes en la industria cinematográfica José Estrada y Toni Sbert la realización de dos películas para el lucimiento del muy popular personaje de López. El resultado fueron Chabelo y Pepito contra los monstruos (1973) y Chabelo y Pepito detectives (1974), ambas dirigidas por Estrada con guión de Sbert y patrocinadas por Editorial Novaro. En la primera se utilizaron los típicos trajes de peluche y escenarios de papel y cartón para recrear escenarios ad hoc para la aparición del Hombre Lobo, Drácula y el Monstruo de la Laguna Negra. En la segunda se pretendió dar un giro hacia la ruta de la ciencia ficción y en honor a eso Chabelo se disfrazó del Hombre Araña de Ciudad Satélite. Ambas cintas fueron muy bien recibidas en taquilla y años después, gracias a su proyección por la televisión, se volvieron sumamente populares.
En definitiva esa sería la mejor etapa de Chabelo en el séptimo arte; lo que hizo después no fue nada memorable, incluso tuvo la ocasión de participar en ‘sexy comedias’ como Macho que ladra no muerde (Víctor Manuel Castro, 1984) junto a Alfonso Zayas y Maribel Guardia.
Entrañable personaje para el público infantil de diferentes generaciones, Xavier López, Chabelo, sigue siendo un referente de la comicidad en nuestro país y el niñote que ha sabido catafixiar, con ingenio y carisma, momentos difíciles por una sonrisa.
Correo-e: ladoscuro73@yahoo.com.mx
FILMOGRAFÍA SELECCIONADA
Viaje a la Luna (Fernando Cortés, 1957)
Chistelandia (Manuel Barbachano Ponce, Carlos Velo, Jomí García Ascot y Fernando Marcos 1958)
Nueva Chistelandia (Manuel Barbachano Ponce, Carlos Velo, Jomí García Ascot y Fernando Marcos 1958)
¡Vuelve Chistelandia! (Manuel Barbachano Ponce, Carlos Velo, Jomí García Ascot y Fernando Marcos 1958)
El extra (Miguel M. Delgado, 1962)
¡Buenas noches, año nuevo! (Julián Soler, 1964)
Los reyes del volante (Miguel Morayta, 1964)
Escuela para solteras (Miguel Zacarías, 1964)
Los dos rivales (Miguel Zacarías, 1965)
Autopsia de un fantasma (Ismael Rodríguez, 1966)
El aviso inoportuno (Rafael Baledón, 1968)
La princesa hippie (Miguel Morayta, 1968)
Bang bang... al hoyo (René Cardona, Jr. 1970)
La criada bien criada (Fernando Cortés, 1970)
Pepito y la lámpara maravillosa (Alejandro Galindo, 1971)
Chabelo y Pepito contra los monstruos (José Estrada, 1973)
Chabelo y Pepito detectives (José Estrada, 1973)
Club Eutanasia (Agustín Tapia, 2004)