Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

'Siempre hay algo bueno'

Una jornada más.  Los jóvenes cocinan cada ración para entregar sus tradicionales churros con azúcar recién hechos.

Una jornada más. Los jóvenes cocinan cada ración para entregar sus tradicionales churros con azúcar recién hechos.

ROBERTO ITURRIAGA

Pequeños trozos de masa con azúcar son entregados a los ocupados conductores, de forma apurada regalan muestras gratis del alimento con la esperanza de que alguna persona se anime a comprar la bolsa entera.

Antes de la luz verde los vendedores de churros se dan cuenta de que no se ha vendido ni una bolsa, sólo les queda esperar unos minutos más e intentarlo de nuevo en la siguiente luz roja.

"El Chino" es un joven de la colonia Nueva California en Torreón, hoy coordina a un grupo de siete miembros de su familia que se dedican a la venta de los tradicionales churros con azúcar en el bulevar Juan Pablo II, en un carrito que lleva el nombre de "El Rey del Churro'

"Antes del medio día nos instalamos y comenzamos a freír la masa, esa la preparamos la noche anterior y conforme se nos vaya vendiendo... es un trabajo muy bonito por que nunca tenemos hambre", dice "El Chino".

 OPORTUNIDAD DE NEGOCIO

Hace cuatro años el joven se encontraba sin empleo y decidió probar suerte en un local de churros de otro punto en la ciudad, con el tiempo fue aprendiendo la receta de la masa y las variedades con diversos ingredientes. Sin embargo la economía de su familia se complicaba día con día y decidió colocar su propio puesto para elaborarlos.

"Junté dinero, pedí prestado y poco a poco tuve lo suficiente para comprar la máquina, el tanque y el mueble... luego junté a mis primos, mis hermanos y nos pusimos a trabajar", dice el joven.

Especialmente en este fin de semana las ventas han estado altas debido a que las bajas temperaturas hacen más deseables este tipo de alimentos, pero durante la mayor parte del año "El Chino" sabe que la situación es complicada por el calor constante.

Para la temporada de verano la producción diaria y las ganancias son mucho menores lo que obliga al grupo de jóvenes a desempeñarse en otros lados, la mayoría debe costear sus estudios o hasta mantener familias con lo que consigan.

"Todos tienen otras ocupaciones, a veces uno tiene que decirles que se regresen a sus casas por que no tiene caso que estén aquí, hay días que de plano casi nada se vende y no se gana nada".

 UNA ALTERNATIVA DE VIDA

"El Chino" cuenta con gran número de amistades en su sector y sabe que no todos han encontrado un empleo o las oportunidades necesarias.

Sabe que factores como el vandalismo, la drogadicción y el crimen casi siempre suenan atractivos para ellos aunque la solución es otra.

"Yo siempre les digo que es muy bonito ganarse el dinero honradamente, hasta la comida te sabe mejor cuando sabes que es decente lo que haces... siempre hay algo bueno que se necesita hacer", dice el joven antes de dar algunas indicaciones a sus primos.

Uno de los objetivos del puesto de churros es que todos los jóvenes aprendan el oficio para evitar el desempleo en el futuro, inclusive algunos ya ahorran para costearse otro tipo de negocios en el mismo ramo.

Ya han pasado algunas luces verdes en el crucero y han sido vendidas tres bolsas de su producto, los que se encargan de dar las muestras gratis cuentan con la estricta indicación de mostrar una sonrisa y dirigirse con respeto a los conductores.

Ante la necesidad de más churros se enciende de nueva cuenta la freidora y el aceite recibe otra vez la masa dulce, el aroma inclusive despierta la curiosidad de algunos transeúntes que se detienen a comprar su producto.

Con gran rapidez otra joven los endulza con azúcar mientras son colocados en una bolsa de papel.

Antes de que se ponga el siguiente rojo deben de contar con por lo menos diez porciones para muestras gratis y otras más para venta inmediata.

"Uno termina bien cansado pero vale la pena, esperemos que ahorita nos vaya mejor con el frío, a la gente nunca le viene mal un café con unos churros recién hechos... si quieren unos que vengan", dice "El Chino", que se despide para ayudar en la entrega de muestras a los conductores.

Leer más de Torreón

Escrito en: Relatos Urbanos

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Una jornada más.  Los jóvenes cocinan cada ración para entregar sus tradicionales churros con azúcar recién hechos.

Clasificados

ID: 681018

elsiglo.mx