Sin contradicción. Fotografía de archivo del último encuentro entre Felipe Calderón y Barack Obama. ARCHIVO
MÉXICO, DF.- Estados Unidos aseguró que funcionarios mexicanos fueron notificados de la operación "Rápido y furioso", pero sólo de las acciones que se realizaron en ese país para desmantelar una banda de traficantes de armas en Phoenix, Arizona; además explicó que la supuesta estrategia de tolerar el tráfico ilegal de armas a México por parte de agentes estadounidenses, hasta el momento es "sólo un alegato" que está bajo investigación.
La embajada de Estados Unidos en México, sostuvo que "no hay contradicción entre el comunicado del gobierno mexicano y la información proporcionada por los Estados Unidos respecto a `Rápido y furioso", que desmanteló una importante banda de traficantes de armas. La operación se realizó en territorio estadounidense y tuvo como resultado el arresto de 20 acusados el 25 de enero de 2011".
La aclaración de la embajada se emitió porque que el jueves se dio a conocer que "Rápido y furioso", "fue una de muchas operaciones prioritarias contra el tráfico de armas llevada a cabo en territorio estadounidense (...) Oficiales de procuración de justicia estadounidenses mantuvieron informados a funcionarios mexicanos (...) , según se ponían en práctica las operaciones en Estados Unidos, hasta el 25 de enero, cuando 19 de los 20 acusados fueron arrestados. Agentes mexicanos estuvieron presentes durante los arrestos del 25 de enero en Phoenix".
Esto provocó que el mismo jueves el gobierno de México, a través de la Procuraduría General de la República, informara que "no ha tenido conocimiento de la existencia de un operativo que incluyera el trasiego o tráfico controlado de armas a territorio mexicano".
Estas fueron las dos versiones que se dieron en torno al escándalo desatado por las revelaciones de la semana pasada de un agente de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), de que se permitió de forma deliberada el tráfico ilegal de casi dos mil armas de alto calibre a México durante un período de 15 meses, con el objetivo de detener a los integrantes de una red de traficantes, que al final fracasó.
Este viernes la embajada detalló que "las sesiones informativas que tuvieron lugar entre oficiales de la ley de los Estados Unidos y de México se concentraron en operaciones en territorio estadounidense para desbaratar el de tráfico de armas", como parte del operativo "Rápido y furioso", y rechazó que existan contradicciones.
Destacó que "la supuesta transferencia de armas a territorio mexicano es, en estos momentos, sólo un alegato. El procurador general, Eric Holder, ha puesto en claro que toma "tales alegatos con seriedad (...) es por esta razón que he solicitado al inspector general que realice una investigación sobre esto".
La embajada dijo que emitió la aclaración debido a la atención que se ha dado a este tema, y agregó que el gobierno de México, "de manera constructiva, ha ofrecido el apoyo que pudiera ser necesario a fin de que se esclarezcan plenamente los hechos."