"Ninguna ley local, aunque se llame de usos y costumbres,
Puede estar por encima de
La Constitución."
Eufrosina Cruz Mendoza
El verdadero fraude electoral en Michoacán se registró en el municipio de Cherán. Ahí un grupo tomó control por la fuerza de las armas y abiertamente impidió los comicios. Lo peor de todo es que esto se hizo con la bendición del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Este grupo montó hace meses una protesta por la tala de árboles y la presencia del crimen organizado. Decretó por ello el cierre de los accesos al municipio y advirtió que no permitiría la realización de elecciones. En lugar de eso escogería un nuevo concejo municipal por el sistema de "usos y costumbres".
El Instituto Electoral de Michoacán apuntó que la legislación electoral del estado no contempla las elecciones por usos y costumbres (que han generado tantos conflictos en Oaxaca, donde sí son parte de la ley). El Tribunal Electoral, sin embargo, ordenó al IEM que aceptara la elección por usos y costumbres. Los magistrados se han tomado así la atribución de los legisladores michoacanos y han introducido una forma no democrática de elección que no estaba considerada en la ley.
Como en otros lugares del país, donde los usos y costumbres se han utilizado para violar los derechos individuales, el propósito de la adopción de este método en Cherán es violar los derechos de un grupo de la población, el 80 por ciento que, según el profesor Roberto Bautista Chapina, presidente municipal, sí quiere elecciones democráticas.
El grupo que ha impuesto la elección por usos y costumbres ya ha gobernado Cherán, pero, según el presidente municipal, quien es priista, como no veía posibilidades de derrotar al PRI en la elección de este 13 de noviembre optó por impedir la realización de los comicios. Ha tenido en este esfuerzo el respaldo del Movimiento por la Paz y Dignidad que encabeza Javier Sicilia.
Lo que ha ocurrido en Cherán ha sido virtualmente una toma armada del municipio. Con la excusa de que las autoridades no estaban tomando medidas para evitar la tala ilegal y los movimientos del crimen organizado, este grupo ha colocado barricadas, ha obstaculizado el libre tránsito de las personas, ha ordenado la suspensión de clases y ahora ha impedido la realización de elecciones. Las autoridades se han quedado cruzadas de brazos hasta este momento. Y lo peor de todo es que el Tribunal Electoral ha decidido validar una abierta violación de los derechos democráticos de la población.
Si el pueblo de Cherán quiere realmente que lo gobierne el grupo que ha tomado el control del municipio por las armas, entonces que lo señale en elecciones libres y democráticas. La función del Tribunal Electoral debería ser la de defender los derechos electorales de los ciudadanos. Es absurdo que abdique de esa responsabilidad en aras de ser "políticamente correcto". Por otra parte, después de todo lo que nos ha costado a los mexicanos construir una democracia, independientemente de todas sus imperfecciones, es absurdo que grupos políticos, como el Movimiento por la Paz y Dignidad piensen que es un avance despojar a un grupo de ciudadanos de sus derechos democráticos.
Este caso me recuerda la situación de Eufrosina Cruz Mendoza, la mujer descartada como posible presidente municipal de Quiegolani, Oaxaca, en 2007 por el hecho de ser mujer. Los usos y costumbres fueron la excusa para esa violación a los derechos democráticos. Eufrosina ha llegado a ser diputada y presidenta del Congreso de Oaxaca. Si los caciques de Cherán logran su propósito, no habrá la posibilidad de que surja una Eufrosina de ese municipio michoacano.
Otra de la ley electoral de 2007. Si un partido o coalición ya tiene candidato, como ocurre ahora con los partidos de izquierda, no podrá utilizar los tiempos públicos de medios en la precampaña que empieza el 18 de diciembre. La ley electoral genera así inequidades absurdas o, peor, invita a la simulación.
Twitter: @sergiosarmient4