Expulsan. Guadalupe es encargada de dar asistencia jurídica en Presidencia y uno de los agremiados que dieron de baja.
A seis meses de haber concretado la firma del contrato colectivo, comenzó la "cacería de brujas" en el Sindicato de Trabajadores Manuales y Administrativos de Matamoros.
En la asamblea sostenida el pasado lunes, dos empleados fueron dados de baja en el sindicato por "cometer actitudes en contra de los beneficios de los trabajadores".
María Guadalupe Ibarra y Ernesto Ramírez, dijeron sin embargo, que el sindicato no siguió los procedimientos marcados en los estatutos del sindicato, como lo son las tres amonestaciones previas a la baja.
"En el Artículo 51 al 54 de los estatutos que rigen la vida del sindicato, indica que en el proceso de expulsión se realizan tres amonestaciones previas: una amonestación pública, una privada y la suspensión, todas deben ser notificadas y a nosotros nunca nos dieron nada por escrito, es más, ni siquiera sabíamos que se nos iba a expulsar", dijo Guadalupe Ibarra.
Los dos ex integrantes del sindicato, dijeron que es una lástima que el gremio, que se supone debe proteger a los trabajadores, los dé de baja porque estuvieron en contra de la realización del paro de labores para presionar la firma del contrato y les dijeron algunos de sus compañeros, que las peticiones finales del gremio para la firma, no serían aceptadas por la autoridad, pues se trataba de beneficios únicamente para el comité.
"No las aprobaron de hecho y eso era lo que estaba retrasando la firma. Nosotros nunca estuvimos en contra, pero sí fuimos más realistas", dijeron.
Ninguno manifestó su deseo de reintegrarse por la forma en la que hasta el momento se ha manejado el comité del sindicato.
"No vamos a pedir regresar porque no estamos de acuerdo en lo que se está haciendo. Lo único que lamentamos es que si ya nos corrieron a nosotros, seguramente van a salir más".
