Cerca de 13 personas murieron, más 80 resultaron heridas y decenas de edificios quedaron destruidos por un sismo de 6.2 grados Richter que sacudió la frontera entre Uzbekistán y Kirguistán.
El fuerte sismo se registró ayer en la madrugada a las 01:35 horas locales a unos 400 kilómetros al suroeste de Bishkek, capital de Kirguistán, con un epicentro localizado a 42 kilómetros de la ciudad uzbeka de Fergana. El ministerio de Situaciones de Emergencia presentó ayer la primera evaluación de los daños provocados por el fuerte sismo, en el que confirmó 13 muertes y más de 80 lesionados, según un reporte de la agencia informativa rusa Novosti. "Como resultado del desplome de varios edificios obsoletos, murieron 13 personas y más de 80 resultaron heridas", indicó el ministerio en un comunicado.
Las regiones más afectadas por el temblor fueron los distritos Bagdadski, Rishtanski y Uzbekistanski, en la provincia de Fergana, donde se registró el mayor número de víctimas y construcciones afectadas.
El presidente de Uzbekistán, Islam Karimov, encargó a su gabinete tomar las medidas necesarias para superar las consecuencias del terremoto, prestar ayuda a los damnificados y hacer una evaluación detallada sobre los daños y el número de muertos y heridos.
En tanto, el ministerio de Situaciones de Emergencia de Kirguistán, reportó que el sismo no dejó víctimas, ni graves daños materiales, sólo un severo apagón en 11 aldeas de la región de Batken a consecuencia de los daños sufridos por un transformador. Sin embargo, la dependencia aclaró que aún no se han podido contabilizar los daños en zonas remotas del valle de Fergana, zona del epicentro, debido al difícil acceso a la región y habitada por diversos grupos étnicos de Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.