El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Juan Miguel Alcántara, responsabilizó a los medios de comunicación de alimentar la percepción de inseguridad entre los mexicanos, generalizando en el país los fenómenos violentos que se registran en algunas entidades. “México tiene perfectamente identificado cuáles son las ciudades violentas del país y luego se extiende la señal, la percepción, la imagen de que todo el territorio nacional está como Ciudad Juárez, o como está Torreón, o como está la zona metropolitana de Monterrey”, destacó.
En un año creció en casi un cien por ciento la cifra de mexicanos que perciben que el crimen organizado va ganando la lucha contra la inseguridad, admitió.
Ayer, el funcionario entregó la certificación al Centro de Control y Confianza de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato, el primero en el país en cumplir con los estándares requeridos por el SNSP.
Alcántara Soria retomó los resultados de la consulta sobre la seguridad ciudadana aplicada por Mitofsky con México Unido Contra la Delincuencia, en la que la percepción de inseguridad paso de 30 a un 58%.
“Hay una percepción ciudadana que se alimenta de varios factores, por un lado una incidencia crítica en algunas regiones del país, como pueden ser los homicidios violentos, en otras partes el tema de secuestros; esa percepción se alimenta por la incidencia de esa realidad delictiva”, y por la difusión generalizada de los eventos ocurridos en algunas regiones.
Alcántara Soria insistió que los hechos violentos están muy ubicados en el territorio nacional, por lo que consideró necesario trabajar en hacer que esa percepción de la ciudadanía se acerque a la realidad delictiva.
Guanajuato, por ejemplo, tiene un fenómeno ubicable en la zona vecina conMichoacán, que se proyecta hacia el municipio de Celaya, pero que se ha atendido en los operativos de la Procuraduría de Justicia del Estado, varios de éstos en mayo, con la detención de policías (de seis municipios) vinculados a la delincuencia organizada.
Esos operativos permiten recuperar instituciones confiables y una incidencia delictiva que sea la que puede tolerar cualquier país civilizado.
Rechazó que el Gobierno haya fracasado en la estrategia contra la criminalidad organizada, pero admitió que México enfrenta un problema grave: el desafío del narcotráfico y el incremento de los homicidios violentos, el secuestro, la extorsión y en robo con violencia. Esos ilícitos han crecido a partir de las derrotas que ha tenido la delincuencia organizada a la hora de la disputa por las rutas y el trasiego de las drogas. Los criminales migran y se vuelcan al secuestro, a la extorsión porque se les cierran las vías al narcotráfico, incluyendo el narcomenudeo.
Alcántara comentó que los delitos que más irritan a la población son el homicidio violento, el secuestro, la extorsión y el robo con violencia.
Creación de Día del Policía confronta a diputados
En la Cámara de Diputados, la oposición rechazó la creación del Día del Policía Federal, por tratarse de un recurso para encubrir el fracaso real de la fuerza pública en el combate al crimen organizado.
Por su parte, el PAN respaldó que a la PF se le otorgue reconocimiento a su misión de protección a la sociedad. Demandó que los integrantes de la fuerza pública que transgredan la ley, reciban la sanción que corresponde.
Armando Ríos Píter, coordinador del PRD en la Cámara de Diputados y el también perredista Arturo Santana Alfaro, presidente de la Comisión de Participación Ciudadana, lamentaron que una vez más el Ejecutivo federal se haya empecinado en mantener la estrategia inoperante de combate al crimen.
El priista Arturo Zamora dijo que seguramente “gran parte de las bases policiales en la Secretaría de Seguridad Pública federal, están muy distantes de percibir este Día del Policía, como un verdadero incentivo, que genere en los cuerpos de seguridad la fuerza moral que necesitan para seguir trabajando en beneficio de la comunidad”.
Alejandro del Mazo (PVEM) rechazó los avances que destacó el Presidente en el combate al crimen.
