Siglo Nuevo

Sobre olas de arena

DEPORTES

Sobre olas de arena

Sobre olas de arena

Carlos Pacheco Blanco

Después de haber dominado las olas, las calles y la nieve, los amantes de los deportes extremos se lanzaron a conquistar una nueva frontera: la arena. Ahí, encontraron la emoción de la velocidad sumada a una vista espectacular de la Naturaleza: el sandboarding.

El sandboarding o sandbord es una combinación entre el surf, el skateboard y el snowboard. Se practica con ayuda de una tabla y básicamente consiste en descender colinas de arena, es decir dunas. Su popularidad se ha extendido a todos los desiertos del mundo.

VELOCIDAD SIN REGLAS

Comprender el sandboarding no es difícil si ya se conoce el skateboard o el snowboard: basta quitarle las ruedas a la patineta o reemplazar la nieve por arena y listo. En otras palabras no hay reglas a seguir: basta con elegir una duna, ascender hasta su cima, subir a la tabla y deslizarse. Al igual que con la patineta o la tabla de surf, conforme acumulan experiencia los sandboarders van ganando destreza y agilidad, logrando realizar movimientos que asombran a los espectadores.

La velocidad durante el descenso de una duna puede superar los 80 kilómetros por hora, razón por la cual el sandboarding ha adquirido considerable popularidad entre los amantes de la rapidez. Hoy en día cuenta con más de 20 mil practicantes alrededor del mundo y la cifra sigue en aumento.

Con dunas por todo el mundo resulta fácil lanzarse a la aventura en cualquier época del año, a diferencia del snowboarding en el que hay que esperar por el invierno o el surf, que demanda aguardar a que haya buenas olas.

LA FIEL COMPAÑERA

Al hablar de sandboarding es indispensable hacer mención de la tabla, la compañera que está presente en cada aventura de los amantes de ese deporte.

En un principio se adaptaron las mismas tablas que empleaban los surfers y los skaters, pero con magros resultados debido a que eran fabricadas pensando en superficies muy diferentes.

Pronto muchos usuarios emprendieron la manufactura de sus propias tablas, improvisando con materiales, formas y diseños. Así los primeros prototipos caseros se hacían con cartón, plástico o lámina. Igualmente, era común que se utilizaran objetos como toldos de automóviles e incluso mesas. A la par numerosos usuarios empezaron a recurrir a riendas para equitación a fin de mantenerse unidos al deslizador.

Fueron varios años de pruebas y de investigación centrados en la arena y la fricción, lo que finalmente condujo al desarrollo de las modernas tablas en las que se practica actualmente el este deporte. Se introdujeron las correas y amarres para sujetarse al instrumento y se estableció el importantísimo uso de la cera en la parte baja del mismo.

DE HISTORIA RECIENTE

Hace miles de años los antiguos egipcios utilizaban planchas de madera para desplazarse sobre la arena como una actividad recreativa. No obstante, ese antecedente no suele tenerse en cuenta como parte del referente histórico del sandboarding, ya que no fue sino hasta la década de los sesenta cuando se empezaron a dar las primeras señales de vida ‘oficiales’ de este deporte.

La versión más popular apunta que a los surfers de Brasil, aburridos por no poder llevar a cabo su afición durante las temporadas en que no había olas, se les ocurrió que una duna de la playa sería un buen lugar para deslizarse en sus tablas. Deportistas de otras partes del mundo observaron la nueva costumbre y la trasladaron a sus respectivos países. No obstante, cabe señalar que hay relatos muy parecidos respecto a la genealogía del sandboarding en los cuales se menciona a otras naciones como las creadoras.

Los norteamericanos Jack Smith y Lon Beale fueron los encargados de darle difusión a este deporte en Estados Unidos durante los años ochenta. Pero debido a que el snowboarding se robó la atención en dicha década, el auge del sandboarding tuvo que esperar otros 12 años.

Australia, la parte sur del continente africano, Sudamérica y un pequeño sector de Europa se convirtieron en los primeros sitios donde se formalizó la práctica del sandboard. Luego Beale fundó el primer parque de sandboarding en el mundo: el Sand Master Park de Florence, Oregon, y pronto se abrieron otros sitios similares.

A mediados de los noventa comenzaron a publicarse varias revistas especializadas (entre ellas Sandboard Magazine, editada por el mismo Beale), que contribuyeron a la difusión del deporte. Con el boom de Internet se descubrió que existía una gran comunidad de sandboarders alrededor del planeta y poco a poco se crearon clubes de aficionados en todo el orbe. Ese aumento en el interés por el sandboard fue la semilla de la que germinaron las primeras competiciones.

SUEÑOS DE ARENA

Los mejores sitios para realizar sandboarding son:

-Namibia. Se considera el lugar número uno por sus altas dunas. Ahí el alemán Henrik May impuso el récord en velocidad sobre arena al alcanzar los 92 kilómetros por hora.

-Perú. Tiene las dunas más extensas del planeta, en la región de Ica. Abarcan varios kilómetros de longitud y alcanzan más de 900 metros de altura.

-Australia. Posee gran cantidad de dunas, especialmente en el sur del país.

-Sudáfrica. Sus desiertos la hacen un escenario perfecto para competiciones internacionales.

-Estados Unidos. Alberga numerosas dunas y parques, especialmente en California y Arizona. Además los más importantes torneos mundiales se organizan dentro de esa nación.

-México. Los desiertos de Baja California y Sonora figuran entre los favoritos de los sandboarders.

En el mismo contexto, las competiciones más importantes de este deporte son las siguientes:

-Campeonato Mundial de Sandboarding. Se desarrolla una vez al año en Alemania.

-Reto Panamericano de Sandboarding. Se lleva a cabo cada julio en Brasil. En él competidores amateur y profesionales muestran sus habilidades en el estilo libre o en saltos.

-Sand Sports Super Show. Programado anualmente durante el verano en el ya mencionado Sand Master Park.

FUSIÓN CON LA NATURALEZA

A pesar de que el sandboarding ha ganado popularidad en los últimos años, aún se encuentra limitado a un sector de amantes de la adrenalina. Desde luego es una excelente opción para cualquiera que desee vivir una nueva experiencia, considerando que en cuestión de equipo sólo se requieren unos jeans o shorts, una playera, unos goggles y una tabla que es factible rentar.

Sin embargo es preciso tomar en cuenta que usualmente las dunas son lugares de difícil acceso por lo que es necesario contar con un vehículo apropiado para el traslado. Igualmente, al tratarse de áreas naturales no hay mecanismos de ascenso, así que entre cada deslizamiento se realiza una buena cantidad de esfuerzo, lo cual demanda una muy buena condición física, si bien la mayoría de los sandboarders lo considera ‘parte del oficio’.

Por otro lado, no debe dejarse de lado el aspecto ambiental en la práctica de este deporte. Usualmente las dunas pertenecen a ecosistemas que funcionan como barreras naturales entre la zona continental y el mar, y la vegetación que ostentan sirve para mantener un equilibrio ecológico. Es por eso que antes de deslizarse en cualquier sitio en es fundamental averiguar si en él está autorizado el sandboard.

Considerando lo anterior, sólo hace falta un poco decisión para lanzarse a la arena y sentir la velocidad del descenso. Tal vez usted sea afortunado y encuentre en su primera experiencia lo que muchos tardan años en hallar: una duna mágica, ese lugar idóneo donde es posible fundirse con la arena y el viento para formar parte del todo.

Correo-e: cpacheco@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Sobre olas de arena

Clasificados

ID: 662842

elsiglo.mx